El pasado 7
de abril Ana Pérez Bryan publicaba en el Diario Sur de Málaga el decálogo de
promesas electorales de la candidata socialista para la capital de la Costa del
Sol. Para no iniciados en la vida
política municipal malacitana, he de aclarar que María Gámez ostenta el triste
récord de haber sido el único miembro del PSOE en haber perdido en unas elecciones
en todos los distritos de la ciudad del paraíso. Esta mujer tiene un talento
especial para hacer todo rematadamente mal y, avanza siempre
hacia el desastre.
En cualquier caso, excede del presente trabajo analizar las propuestas
loquinarias de la señora a la que, por cierto, bauticé en su momento como la
hija del farero con menos luces que un barco pirata. Ya habrá tiempo de
compartirlas con ustedes para que pasen un buen rato leyéndolas. Les juro que
no tienen desperdicio. Sin embargo, hoy toca analizar la foto que ilustra la
crónica de la periodista.
Fíjense en
el hombre que aparece a la derecha de la imagen junto al cartel. Se trata
de Rafael Gálvez Chica, responsable de
emergencias del 112 de Málaga. Cargo que
debe a la candidata a la que apoya en horas de trabajo cuando, según el propio
Gálvez en unas declaraciones realizadas al periódico La Opinión: “No hay que
obviar que Málaga es una provincia de riesgo, que tiene bien definidas las
posibles situaciones de emergencia que pueden producirse. Son 101 municipios- ya
vamos por 103- con un importante desarrollo social y tecnológico que invitan a
estar en alerta en cualquier momento del año”. En cualquier momento que no
coincida, obviamente, con la campaña de su amiguísima María Gámez. En ese caso,
el otrora enfermero se dedica a usar su jornada laboral para apoyar a la
persona que más inquina levanta en la ciudad.
No es la
primera vez, ni será la última, que los socialistas confunden las instituciones
con el patio de su casa y, en consecuencia, hacen lo que les viene en gana.
Empero, es un escándalo en toda regla que un señor que tiene la misión de
coordinar los servicios de emergencia de una provincia como la malagueña, use
su cargo por el que cobra de nuestros impuestos para hacer campaña por la
eterna aspirante socialista.
Para más INRI, Rafael Gálvez Chica responsable
de emergencias del 112 en Málaga tiene su despacho en la Avenida de la Aurora
aunque, para el asombro de muchos, suele pasar mucho más tiempo en la
Delegación del Gobierno andaluz sita en la Alameda Principal. Parece que no pierde oportunidad de estar
cerca del poder al que debe todo. En
verdad, en cualquier nación seria del mundo que un señor que debe servir a la
comunidad que le paga esté haciendo campaña por un cargo político en vez de
estar trabajando, levantaría ampollas. Además, el caso muy probablemente
acabaría con la dimisión del responsable.
En la taifa
del sur nos hemos acostumbrado, y eso incluye también al mundo del periodismo,
a ver como normales estas prácticas corruptas. Personalmente me cuesta creer
que nadie, hasta ahora, haya puesto el grito en el cielo por esa foto que
refleja, y de qué manera, que un responsable de emergencias acuda a un acto
electoral cuando su misión es prevenir las posibles amenazas y, como toda la
ciudad sabe, María Gámez es el gran
peligro de que Málaga deje de ser la nueva Barcelona como acaba de publicar Chloe
Lambert en el Daily Mail.
Como decían los clásicos, tristemente olvidados
en España, sin estética no hay ética. En Andalucía, igualmente, lo que no hay
es vergüenza.
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