Juan Pablo Durán
Sánchez (Córdoba, 1964) no es un pata negra del Partido Socialista.
Por edad, no pudo ser protagonista de la resistencia contra el régimen
franquista durante sus casi 40 años de pervivencia. Pero tampoco puede
presumir, como su presidenta, de haber echado los dientes en el partido durante
el régimen socialista andaluz, cuyo
advenimiento se produjo en 1978, con la constitución de la Junta preautonómica,
y cuyo mantenimiento se antoja “hasta el infinito y más
allá”, como afirmaría Buzz Ligthyear.
Dicen con cierta sorna quienes le conocen que los méritos
que han conducido a presidir la más importante Institución andaluza a un
carpintero sin porvenir en 1995, tras arruinar una empresa familiar heredada,
donde desempeñó el único trabajo no sufragado por el presupuesto público que se
le conoce en 20 años, son más propios del pícaro clásico, inmortalizado en el
siglo de Oro de las letras españolas por la novela de autor anónimo “La vida de
Lazarillo de Tormes” (1554).
Leo en su biografía no oficial que vio la luz en un popular barrio de obreros ferroviarios,
denominado eufemísticamente “Huerta de la Reina”, y se crió en el aún más
humilde Sector Sur de la capital de la Mezquita-Catedral. Tuvo una infancia
difícil, según él mismo ha reconocido en entrevistas personales, en las cuales
no ha dudado en utilizar algún drama familiar para excusar su carencia de
estudios universitarios. Vivió una
adolescencia y juventud como correspondía a la época alocada que le tocó
en suerte a su generación, coincidiendo con la llegada de la libertad y el
libertinaje de obligado cumplimiento en
este país a partir de 1975, en revancha contra las oscuras décadas de
obligados comedimiento y represión.
El joven Juan Pablo se casó joven con su novia de toda la
vida y, entrambos, forjaron tres hermosos retoños. A su sostenimiento material,
cuidado amoroso y obligaciones domésticas dedicó la primera década de su incipiente madurez.
Pero, hete aquí que, más a o menos a la edad en que Cristo entregó su vida por
salvar a la Humanidad, Durán Sánchez se encuentra, de repente, con una mano
detrás y otra delante. ¡Qué iba a ser de sus vástagos! ¡Qué futuro incierto
podría depararles el cruel destino!
Entre sus muchas opciones, podía retomar estudios y ampliar
su formación para intentar su reinserción en el mercado laboral, en concurrencia
competitiva con otros millones de
españolitos de a pie. Pero, residía en Andalucía. Había una segunda opción: incorporarse
a la masa de parados subsidiados que, a la par, desarrollaban una intensa
actividad laboral en el inframundo de la economía sumergida.
Había una tercera opción: afiliarse al partido. Y esa fue su
opción siguiendo la tradición familiar. Cuentan que siempre ha estado bien
asesorado por personas muy cercanas. Ese, afirman, es el secreto de su éxito. ‘’En
realidad, -insisten- él no es quien mueve los hilos de su itinerario
político’’. Presuntamente, sólo es ‘’una dócil marioneta a quien un viejo gurú del
socialismo local maneja con astucia de zorro’’. Pero, este punto lo aclararemos otro día.
El partido
Y así comenzó a labrarse en casa de los Durán el milagro de
la multiplicación del pan y los peces. En 1996, el cabeza de familia se afilia
al PSOE de Andalucía. Como de sobra ustedes ya saben, la gran empresa. Y,
entonces, un supuesto desconocido militante, en una de las provincias más
irrelevantes en el juego de tronos del poder socialista andaluz, inicia una carrera de fondo que le conduce a
la Secretaría de Finanzas y Organización
de la franquicia cordobesa, en tan sólo cuatro años. En 2008, ocupa la
secretaría general provincial del partido y en ella se mantiene hasta la
actualidad. Este cargo le permitió disfrutar de sillón en el Consejo de
Administración de la extinta Cajasur,
una disputada encomienda en aquellos tiempos de vacas gordas para las cajas
andaluzas y españolas, en general, por su generosa remuneración.
Parece ser que la sanción
económica que recibió del Banco de España en 2013 por la nefasta gestión de
la entidad bancaria fue una de las primeras manchas en su meteórico currículum
político. Pero, como fue compartida con otros 13 ex directivos –representantes
de PP, IU, UGT y CCOO-, la pena fue menor.
La escuela de Susana
Díaz
Durán se ha hecho animal político en la escuela de Susana
Díaz, a quien ha apoyado incondicionalmente, sobre todo, a raíz de la purga-traición
ejercida contra el también cordobés, Rafael Velasco, el ex-vicesecretario
general favorito de Griñán que se interponía en el camino hacia la gloria
máxima de ‘’la que manda’’.
No tiene buenas críticas entre sus correligionarios.
Aseguran que, igual que la trianera, el
jefe de los socialistas cordobeses –los pocos que restan, tras las
escabechinas internas y las deserciones masivas- carece de cultura general y
política, de discurso propio y de escrúpulos. Le sobra soberbia y ambición,
pero ha sabido disimularlos en público mejor que la presidenta, quien, por el
contrario, presume de ambas. Más que negociar, ignora y corta sin reparos
cabezas molestas que representen algún obstáculo en sus aspiraciones, carece de
sensibilidad con el adversario y, a pesar de su rictus permanente, a modo de
sonrisa forzada, la delicadeza en sus formas no le asiste.
En 2011, expulsado ya del cómodo sillón de la Caja
intervenida por el Banco de España en mayo de 2010, no dudó en expulsar, a pocos
meses de las elecciones municipales, sin
contemplaciones, abusando de su status superior, a Rafael Blanco del sillón de
la portavocía del grupo socialista en el
Ayuntamiento de Córdoba.
Como ellos manejan las administraciones igual que los
señoritos de toda la vida su cortijo, trajinó una compensación para el ofendido
tendiéndole puente de plata como director de una empresa pública –EPSA-, reconvertida
en AVRA tras la aprobación de la Ley de desorganización
del sector público andaluz.
Ni siquiera cedió la primera posición en la candidatura a
las municipales a su hermana, que ya contaba con cuatro años de experiencia en
este ámbito y que comparte con su hermano sueños de grandeza. Inmaculada Durán,
tras la ruptura del pacto de gobierno con IU y el adelanto de elecciones andaluzas
en enero pasado, fue nombrada directora general de Derechos de la Ciudadanía,
Participación y Voluntariado. Pero de su hermana nos ocupamos otro día.
Una carrera meteórica
en la sucesión de cargos
Volviendo a mayo de 2011, y tras encabezar la lista a las
municipales, Juan Pablo Durán obtuvo en
Córdoba capital los peores resultados para el PSOE en toda la historia
democrática. Sólo cuatro concejales. Fue la cuarta y última fuerza política
representada en el consistorio.
Según la versión de quienes le conocen, pronto se frustraría
con el irrelevante papel que su escaso porcentaje de votos le otorgaba en la
oposición municipal e, intentando satisfacer su insaciable sed de progreso social,
en cuanto tuvo ocasión empezó a maniobrar para conseguir un nuevo ascenso en el
escalafón de cargos oficiales que añadir a su perfil. Al llegar Susana Díaz a
la presidencia digital de la Junta, –tras la huída arrebatada de Pies Ligeros a
Madrid para refugiarse de Alaya y los EREs en el Senado-, lo intentó como
consejero. Pero, tuvo que desistir. Según reglamento interno, no aplicable a la
presidencia, era incompatible con la secretaría general. No obstante, en marzo
de 2014 consiguió ser designado como senador por el cupo autonómico. Había
aguantado como portavoz
municipal del PSOE en Córdoba apenas tres años.
Un año más tarde, ha encabezado
la lista provincial para concurrir a las autonómicas, circunstancia que le
ha catapultado al primer sillón del Olimpo parlamentario andaluz, en el
transcurso de una sesión constitutiva que ha supuesto una de las mayores
cacicadas, retransmitidas en directo, acontecidas en el que debiera ser el
templo de la Democracia y la Ley.
No fue así, gracias a la desfachatez o por el arte de birlibirloque del viejo e
indocumentado zorro, Luis Pizarro, que transformó 33 diputados en 1 componente
del PP en mesa presidencial, mientras 47 diputados se transformaban en 3
representantes del PSOE.
En declaraciones posteriores, Susi remató la faena
intentando enredar al personal con la excusa de dar representatividad a todas
las fuerzas políticas. ¡Quien no la conozca que la compre!
¡Ella!, que hace dos meses daba la patada en todo el morro a
su socio de gobierno y lo ponía de patitas en la calle por su exclusivo interés
personal, defendía esta semana –por similar interés, con sonrisa “profidén” y
barriga prominente- la presencia de IU
en la mesa. ¡Ella!
Ella, y sólo ella, ha elegido para presidir ese Parlamento,
que nace inválido democráticamente, a un “apparatchik’’ de sonrisa fácil, que
durante los últimos 20 años se ha dedicado, esencialmente, a labores de
intendencia, cuentan fontaneros del partido. Mientras, labraba para él y los
suyos un futuro que ni en sus más optimistas previsiones habría augurado lograr,
dicen otros. Emula así en su hazaña al insigne butanero onubense, dedicado
ahora –tras desperdiciar la histórica ocasión y, posiblemente única
oportunidad, de desmontar el régimen andaluz- a inmortalizar sus memorias. ¡Por
sus obras sea recompensado!
En conclusión, según todos los indicios, el presidente del
Parlamento forma parte intrínseca del presunto entramado de corrupción,
latrocinio y cacicadas que definen e identifican al régimen. Los episodios más
polémicos y controvertidos, las mayores irregularidades y los casos más
escandalosos descubiertos en la provincia donde es uno de sus máximos
responsables desde el año 2000, han ocurrido bajo su amparo y defensa.
La mayoría de esos asuntos, hoy, están dirimiéndose en los
Tribunales. O no, porque la
propia Junta de Andalucía no dota a ciertos juzgados de material y recursos
humanos suficientes para que puedan desarrollar su ingente tarea con garantías
y eficacia, denuncian sindicatos del sector. Es el caso del Juzgado de Peñarroya-Pueblonuevo,
donde se investiga a la ex-alcaldesa socialista, Luisa Ruiz, imputada en el uso
fraudulento de los fondos Miner. Una vez más, dinero público destinado a
obreros en paro sustraído por acción y omisión de responsabilidades por parte
de administraciones dirigidas por el PSOE.
Sobre el talante, las formas y la reacción cuando fue cogido
en ‘’falta’’ no me han contado. Acabo de verlo y escucharlo en el vídeo que les
enlazo: Rueda de Prensa
del PSOE por el caso Rocket
Enhorabuena Mara: Estupendo el articulo, para otra ocasión habrá que hablar del Clan de los Duranes, que tiene a su hermanisima y al marido de esta médico de profesión, enchufado para ser director del Centro de Salud de Poniente, un tio despota y que los tribunales dictaminaron que su nombramiento no se ajustaba a la Ley.
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