domingo, 19 de abril de 2015

El presidente




Juan Pablo Durán Sánchez (Córdoba, 1964) no es un pata negra del Partido Socialista. Por edad, no pudo ser protagonista de la resistencia contra el régimen franquista durante sus casi 40 años de pervivencia. Pero tampoco puede presumir, como su presidenta, de haber echado los dientes en el partido durante el  régimen socialista andaluz, cuyo advenimiento se produjo en 1978, con la constitución de la Junta preautonómica, y cuyo mantenimiento se antoja “hasta el infinito y más
allá”, como afirmaría Buzz Ligthyear. 

Dicen con cierta sorna quienes le conocen que los méritos que han conducido a presidir la más importante Institución andaluza a un carpintero sin porvenir en 1995, tras arruinar una empresa familiar heredada, donde desempeñó el único trabajo no sufragado por el presupuesto público que se le conoce en 20 años, son más propios del pícaro clásico, inmortalizado en el siglo de Oro de las letras españolas por la novela de autor anónimo “La vida de Lazarillo de Tormes” (1554). 

Leo en su biografía no oficial que vio la luz en un  popular barrio de obreros ferroviarios, denominado eufemísticamente “Huerta de la Reina”, y se crió en el aún más humilde Sector Sur de la capital de la Mezquita-Catedral. Tuvo una infancia difícil, según él mismo ha reconocido en entrevistas personales, en las cuales no ha dudado en utilizar algún drama familiar para excusar su carencia de estudios universitarios. Vivió una  adolescencia y juventud como correspondía a la época alocada que le tocó en suerte a su generación, coincidiendo con la llegada de la libertad y el libertinaje de obligado cumplimiento en  este país a partir de 1975, en revancha contra las oscuras décadas de obligados comedimiento y represión.  

El joven Juan Pablo se casó joven con su novia de toda la vida y, entrambos, forjaron tres hermosos retoños. A su sostenimiento material, cuidado amoroso y obligaciones domésticas dedicó la  primera década de su incipiente madurez. Pero, hete aquí que, más a o menos a la edad en que Cristo entregó su vida por salvar a la Humanidad, Durán Sánchez se encuentra, de repente, con una mano detrás y otra delante. ¡Qué iba a ser de sus vástagos! ¡Qué futuro incierto podría depararles el cruel destino! 

Entre sus muchas opciones, podía retomar estudios y ampliar su formación para intentar su reinserción en el mercado laboral, en concurrencia competitiva  con otros millones de españolitos de a pie. Pero, residía en Andalucía. Había una segunda opción: incorporarse a la masa de parados subsidiados que, a la par, desarrollaban una intensa actividad laboral en el inframundo de la economía sumergida.

Había una tercera opción: afiliarse al partido. Y esa fue su opción siguiendo la tradición familiar. Cuentan que siempre ha estado bien asesorado por personas muy cercanas. Ese, afirman, es el secreto de su éxito. ‘’En realidad, -insisten- él no es quien mueve los hilos de su itinerario político’’. Presuntamente, sólo es ‘’una dócil marioneta a quien un viejo gurú del socialismo local maneja con astucia de zorro’’. Pero, este punto lo aclararemos otro día.

El partido

Y así comenzó a labrarse en casa de los Durán el milagro de la multiplicación del pan y los peces. En 1996, el cabeza de familia se afilia al PSOE de Andalucía. Como de sobra ustedes ya saben, la gran empresa. Y, entonces, un supuesto desconocido militante, en una de las provincias más irrelevantes en el juego de tronos del poder socialista andaluz,  inicia una carrera de fondo que le conduce a la Secretaría de Finanzas y Organización de la franquicia cordobesa, en tan sólo cuatro años. En 2008, ocupa la secretaría general provincial del partido y en ella se mantiene hasta la actualidad. Este cargo le permitió disfrutar de sillón en el Consejo de Administración de la extinta Cajasur, una disputada encomienda en aquellos tiempos de vacas gordas para las cajas andaluzas y españolas, en general, por su generosa remuneración. 

Parece ser que la sanción económica que recibió del Banco de España en 2013 por la nefasta gestión de la entidad bancaria fue una de las primeras manchas en su meteórico currículum político. Pero, como fue compartida con otros 13 ex directivos –representantes de PP, IU, UGT y CCOO-, la pena fue menor.

La escuela de Susana Díaz

Durán se ha hecho animal político en la escuela de Susana Díaz, a quien ha apoyado incondicionalmente, sobre todo, a raíz de la purga-traición ejercida contra el también cordobés, Rafael Velasco, el ex-vicesecretario general favorito de Griñán que se interponía en el camino hacia la gloria máxima de ‘’la que manda’’.

No tiene buenas críticas entre sus correligionarios. Aseguran que, igual que la trianera, el jefe de los socialistas cordobeses –los pocos que restan, tras las escabechinas internas y las deserciones masivas- carece de cultura general y política, de discurso propio y de escrúpulos. Le sobra soberbia y ambición, pero ha sabido disimularlos en público mejor que la presidenta, quien, por el contrario, presume de ambas. Más que negociar, ignora y corta sin reparos cabezas molestas que representen algún obstáculo en sus aspiraciones, carece de sensibilidad con el adversario y, a pesar de su rictus permanente, a modo de sonrisa forzada, la delicadeza en sus formas no le asiste.

En 2011, expulsado ya del cómodo sillón de la Caja intervenida por el Banco de España en mayo de 2010, no dudó en expulsar, a pocos meses de las elecciones municipales, sin contemplaciones, abusando de su status superior, a Rafael Blanco del sillón de la portavocía del grupo socialista en el Ayuntamiento de Córdoba.   

Como ellos manejan las administraciones igual que los señoritos de toda la vida su cortijo, trajinó una compensación para el ofendido tendiéndole puente de plata como director de una empresa pública –EPSA-, reconvertida en AVRA tras la aprobación de la Ley de desorganización del sector público andaluz.

Ni siquiera cedió la primera posición en la candidatura a las municipales a su hermana, que ya contaba con cuatro años de experiencia en este ámbito y que comparte con su hermano sueños de grandeza. Inmaculada Durán, tras la ruptura del pacto de gobierno con IU y el adelanto de elecciones andaluzas en enero pasado, fue nombrada directora general de Derechos de la Ciudadanía, Participación y Voluntariado. Pero de su hermana nos ocupamos otro día.

Una carrera meteórica en la sucesión de cargos

Volviendo a mayo de 2011, y tras encabezar la lista a las municipales, Juan Pablo Durán obtuvo en Córdoba capital los peores resultados para el PSOE en toda la historia democrática. Sólo cuatro concejales. Fue la cuarta y última fuerza política representada en el consistorio.

Según la versión de quienes le conocen, pronto se frustraría con el irrelevante papel que su escaso porcentaje de votos le otorgaba en la oposición municipal e, intentando satisfacer su insaciable sed de progreso social, en cuanto tuvo ocasión empezó a maniobrar para conseguir un nuevo ascenso en el escalafón de cargos oficiales que añadir a su perfil. Al llegar Susana Díaz a la presidencia digital de la Junta, –tras la huída arrebatada de Pies Ligeros a Madrid para refugiarse de Alaya y los EREs en el Senado-, lo intentó como consejero. Pero, tuvo que desistir. Según reglamento interno, no aplicable a la presidencia, era incompatible con la secretaría general. No obstante, en marzo de 2014 consiguió ser designado como senador por el cupo autonómico. Había aguantado como portavoz municipal del PSOE en Córdoba apenas tres años.

Un año más tarde, ha encabezado la lista provincial para concurrir a las autonómicas, circunstancia que le ha catapultado al primer sillón del Olimpo parlamentario andaluz, en el transcurso de una sesión constitutiva que ha supuesto una de las mayores cacicadas, retransmitidas en directo, acontecidas en el que debiera ser el templo de la Democracia y la Ley.

No fue así, gracias a la desfachatez o por el  arte de birlibirloque del viejo e indocumentado zorro, Luis Pizarro, que transformó 33 diputados en 1 componente del PP en mesa presidencial, mientras 47 diputados se transformaban en 3 representantes del PSOE.

En declaraciones posteriores, Susi remató la faena intentando enredar al personal con la excusa de dar representatividad a todas las fuerzas políticas. ¡Quien no la conozca que la compre!

¡Ella!, que hace dos meses daba la patada en todo el morro a su socio de gobierno y lo ponía de patitas en la calle por su exclusivo interés personal, defendía esta semana –por similar interés, con sonrisa “profidén” y barriga prominente-  la presencia de IU en la mesa. ¡Ella!

Ella, y sólo ella, ha elegido para presidir ese Parlamento, que nace inválido democráticamente, a un “apparatchik’’ de sonrisa fácil, que durante los últimos 20 años se ha dedicado, esencialmente, a labores de intendencia, cuentan fontaneros del partido. Mientras, labraba para él y los suyos un futuro que ni en sus más optimistas previsiones habría augurado lograr, dicen otros. Emula así en su hazaña al insigne butanero onubense, dedicado ahora –tras desperdiciar la histórica ocasión y, posiblemente única oportunidad, de desmontar el régimen andaluz- a inmortalizar sus memorias. ¡Por sus obras sea recompensado!

En conclusión, según todos los indicios, el presidente del Parlamento forma parte intrínseca del presunto entramado de corrupción, latrocinio y cacicadas que definen e identifican al régimen. Los episodios más polémicos y controvertidos, las mayores irregularidades y los casos más escandalosos descubiertos en la provincia donde es uno de sus máximos responsables desde el año 2000, han ocurrido bajo su amparo y defensa.

La mayoría de esos asuntos, hoy, están dirimiéndose en los Tribunales. O no, porque la propia Junta de Andalucía no dota a ciertos juzgados de material y recursos humanos suficientes para que puedan desarrollar su ingente tarea con garantías y eficacia, denuncian sindicatos del sector. Es el caso del Juzgado de Peñarroya-Pueblonuevo, donde se investiga a la ex-alcaldesa socialista, Luisa Ruiz, imputada en el uso fraudulento de los fondos Miner. Una vez más, dinero público destinado a obreros en paro sustraído por acción y omisión de responsabilidades por parte de administraciones dirigidas por el PSOE.

Sobre el talante, las formas y la reacción cuando fue cogido en ‘’falta’’ no me han contado. Acabo de verlo y escucharlo en el vídeo que les enlazo: Rueda de Prensa del PSOE por el caso Rocket

Juan Pablo Durán Sánchez es el nuevo presidente del fallido Parlamento andaluz de la X Legislatura. ¡Los dioses nos socorran!



http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Mara%20Mago

1 comentario:

  1. Enhorabuena Mara: Estupendo el articulo, para otra ocasión habrá que hablar del Clan de los Duranes, que tiene a su hermanisima y al marido de esta médico de profesión, enchufado para ser director del Centro de Salud de Poniente, un tio despota y que los tribunales dictaminaron que su nombramiento no se ajustaba a la Ley.

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