Rafa G. García de Cosío
En la obra del dramaturgo Bertolt Brecht La evitable ascensión de Arturo Ui, aparecida en 1941, se satirizaba el auge del nazismo por medio del ascenso social de un gángster del Chicago de los años 30, quien en realidad representaba, junto con toda su banda, la personalidad de los líderes nazis Hitler, Goebbels o Göring. A finales de 2014, el Centro Andaluz de Teatro presentaba una adaptación
de la obra de la mano del director Carlos Álvarez-Ossorio, quien esta vez quería reflejar la corrupción política, económica e institucional de España ''sin referirse a ningún partido concreto''. Empero acto seguido, como es costumbre en la subvecionada caterva de artistas en España, el director agradecía a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía su ''apuesta arriesgada [por el teatro], sin volver a los clichés del teatro andaluz''. Es decir, Álvarez-Ossorio no se refería en concreto a ningún partido como el huracán Sandy tampoco arrasaba ningún país en concreto mientras descargaba furioso sus bolsas de viento y agua sobre la ciudad de Nueva York en noviembre de 2012.
El lector se preguntará desde hace algún tiempo si es evitable el ascenso de Susana Díaz. Pues bien, cualquiera con dos dedos de frente sabe que es harto improbable parar el ascenso de la señora Díaz, por la simple razón de que ya está 'montada' en el poder, concretamente pilotando el trineo de Chichikov que le pasea a gran velocidad por todos los pueblos de Andalucía con el fin de comprar las almas muertas que tan bien describió Nikolai Gogol. El autor ruso pintaba a su país lleno de defectos y profundamente corrupto, pero aseguraba que era precisamente su miseria y pecaminosidad lo que justificaba la existencia de un constante regeneracionismo místico. Algo parecido sucede en Andalucía, región que desde hace décadas cierra desde la cola todos los rankings de Europa en datos de desempleo, crecimiento y corrupción: los andaluces quisieron en los 90 que el Partido Andalucista fiscalizara por medio de una coalición al PSOE, pero fracasaron y desaparecieron. Los andaluces lo intentaron de nuevo en 2012 dándoles el poder fiscalizador a IU, pero los comunistas también fracasaron estrepitosamente y van camino de la extinción. Todo apunta a que Podemos, en 2015, se convierta en el partido que esta-vez-te-juro-que-sí-que-sí fiscalice las cuentas de una Junta que no ha cambiado de manos desde mucho antes de que a los guionistas de TVE se les ocurriera la brillante idea de Verano Azul.
Sin embargo, esta vez no hay solo un partido nuevo asomando la patita. Se da la novedad de que otros dos, tanto UPyD como Ciudadanos, amenazan con irrumpir con fuerza (a costa del PP) en el antiguo hospital de las Cinco Llagas, como refleja la última encuesta de ABC:
El gráfico invita a las elucubraciones sobre posibles gobiernos a formar después del 22 de marzo. La lógica de esa regeneración mística de la que hablaba Gogol lleva a razonar que lo más probable sea una coalición entre PSOE y Podemos, con el PSOE en su clásico papel de papito de los andaluces y Podemos de falso contrapoder virtuoso. Sin embargo, la invasión de colores de esta encuesta ofrece la esperanza de una nada descartable coalición jamaicana, como los alemanes denominaron al gobierno que se formó en 2009 en el Bundesland (comunidad autónoma de Alemania) de Saarland. En 2009, las elecciones del parlamento de esta región arrojaron un reparto de 51 escaños entre cinco partidos diferentes: los comunistas de Die Linke, los socialdemócratas del SPD, los verdes (Grünen), los liberales del FDP y los democristianos de CDU.
En Alemania, país donde las mayorías absolutas son una rareza para evitar abusos de poder que ya se dieron antes en la historia, es común referirse a los gobiernos regionales con la designación de colores. Por ejemplo, si en Baden-Württemberg gobiernan actualmente el SPD y Die Grünen, la gente no habla de socialdemócratas y verdes, sino de un gobierno rot-grün (rojiverde), de manera que para la sociedad el signo de la administración es más identificable. Pues bien, en 2009, la prensa alemana debatió sobre la posibilidad de la formación de una Jamaika-Koalition en Saarland, esto es, la coalición de democristianos (negros), liberales (amarillos) y ecologistas (verdes), cuyos colores forman la bandera de Jamaica. La constitución de este gobierno supuso una auténtica novedad en el panorama político del país, porque ecologistas, liberales y conservadores se unían para evitar el triunfo de socialistas y comunistas -estos últimos unos tozudos nostálgicos de la extinguida Alemania del este.
La posible formación de una Jamaika-Koalition en Andalucía ofrecería un tímido halo de esperanza al maltratado pueblo andaluz. Aunque, más que jamaicana, la hipotética coalición de colores de populares, ciudadanos y magentas hace pensar en una coalición a lo Curro el de la Expo. Bromas aparte, a este cocido gitano de partidos podría sumarse, en un principio, la propia IU si no se tratase de un partido que antepone sus prejuicios ideológicos a la urgencia de todo pragmatismo. Solo hay que ver a su líder Antonio Maíllo, que pretende resarcir a los comunistas del inmovilismo y machismo de Diego Valderas en estos últimos tres años con el único eslogan de campaña de que quiere ser el primer presidente homosexual de Andalucía, como si eso a estas alturas importara para llenar la nevera.
Y es que, en Andalucía, desde hace lustros, el debate ya no está entre socialdemocracia o liberalismo, sino más bien entre la sinvergonzonería golfa u otra cosa ''aún por conocer'', ya que muchos no han visto todavía nada diferente. Es decir, esta propuesta de coalición a la jamaicana no tiene por fin acabar con la socialdemocracia, sino más bien eliminar los palos corruptos a las ruedas de dicha socialdemocracia. Es como si en Australia, el partido liberal gobernante se pusiera a matar koalas y alguien propusiera un frente para sacar a los liberales de Abbott del poder: cualquier frente alternativo sería bienvenido, pero no para acabar con el liberalismo... ¡sino ante todo para evitar la masacre de los pobres marsupiales! Luego ya habría tiempo para decidir, dentro del decoro y respeto a los animales, por qué sistema habría que decantarse.
Y si no hay posibilidad de coalición a la jamaicana, habrá que conformarse con el humo de los porros de los otros jamaicanos. Los de la rot-lila-Koalition (coalición roja-morada).
Rafa, gracias por trasladar a estas páginas esa realidad política alemana. Un artículo que ofrece una reflexión para los partidos que se presentan a las elecciones andaluzas.
ResponderEliminarA muchos andaluces nos gustaría acabar con el Régimen del PSOE-A, circunstancia que, por otro lado, le ayudaría a iniciar una catarsis radical si no quiere desaparecer como partido. Sin embargo, esa idea que planteas ha podido ser factible en Alemania porque en ese país anteponen los intereses de la nación (o del Länder) por encima de los partidistas, posibilitan la gobernabilidad y llegar a puntos de encuentro por el bien de los alemanes.
En Andalucía, ya hemos visto las piedras que ha ido poniendo el PSOE-A a IU-CA, y doy fe de ello porque lo he visto desde dentro de la Administración en la que trabajo. Jamás el PSOE-A admitiría esa fórmula, dado que no pueden renunciar a dejar el poder.
¿Y los demás partidos? ¿Estarían dispuestos? Con la IU-CA actual no se puede contar, lo ha dejado claro Antonio Maíllo (¿qué fue de Luis Carlos Rejón?). Por tanto, sólo quedan los demás partidos: PP, Ciudadanos, Podemos y quizá UPyD. Si fueran mínimamente inteligentes, acabar con el PSOE-A podría abrir las puertas a una nueva situación que, cómo comentas, a los alemanes les gusta: no consentir mayorías absolutas de un solo partido, que convierten al Legislativo y Ejecutivo en poderes cuasidictatoriales, sino crear un Parlamento plural que obligaría a llegar a acuerdos positivos para los andaluces, y no partidistas. Me temo que no será así.
Me encantan tus artículos, me encanta tu estilo, eres un gran articulista. Se nota que vives en el extranjero, no estás intoxicado por este ambiente nauseabundo que tenemos que respirar los que vivimos en esta pobrísima región de este pobre país.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo :) Me motivan mucho tus palabras, y me animan a seguir escribiendo.
EliminarMe gustaría saber si el autor de este artículo ha visto el espectáculo al que hace referencia. Se llevaría una sorpresa:
ResponderEliminarhttp://elperiodistadispar.blogspot.com.es/2015/01/el-inevitable-gol-por-la-escuadra-de.html
Le he respondido en su blog. Gracias por la puntualización.
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