Lo sabía. Sabía que el non nato iba a ser el protagonista en esta campaña electoral por tus "cojones", en la que te vas a gastar, para tu exclusivo interés personal, la intemerata de millones de euros que has birlado a todos los andaluces –y andaluzas- de los servicios públicos básicos.
Lo sabía. En cuanto anunciaste con esa impostura, tan tuya, y tu magistral cinismo, ese embarazo
estratégico para ganar unas elecciones que tenías perdidas, sabía que el non nato iba a abrir muchas portadas y dar mucho que hablar en esta campaña al servicio de la proclamación de las virtudes que adornan a su madre amantísima, María Santísima de Triana.
¡¡Vivan los tópicos topiquísimos y el mito de la maternidad!!
Lo sabíamos, al menos, la mitad de los andaluces –y andaluzas- que ya nunca votaremos ni a ti ni a la inmundicia que representas, si es que alguna vez cometimos ese grave pecado letal para nuestros intereses colectivos.
Desde esa noche en que te escuché apelar a tu hijo no nacido, como argumento central en tu discurso de apertura de campaña, la náusea que habitualmente me provocas ha evolucionado, finalmente, a vómito diario.
¡¡Que poca vergüenza tienes!! Ni sabes lo que es eso.
Allá por donde voy. Allá por donde miro. Veo miles de carteles al viento hiriendo la visión del viandante afanado en su penoso deambular cotidiano. Tu foto retocada hasta hacerte parecer casi agraciada físicamente, como las artistas del papel couché. Esa chaqueta colorá sobre impoluta camisa blanca.
Allá por donde escucho. Allá por donde leo. Tu tono de verdulera de mercadillo suburbial, tu soberbia de cachorra criada en San Vicente a las tetas de los nuevos caciques de estas tierras, tu falta de escrúpulos no se puede esconder por mucho que te reivindiques Roja y Decente.
Voy a decirte una cosa que, por supuesto, nunca te han enseñado ni tú enseñarás a tu hijo. Porque no se puede dar lo que no se tiene. Los principios no se proclaman: se demuestran, como el movimiento, andando. Y tú no has demostrado en tu rastrera vida de servidumbre como hija de tus grandísimos jefes políticos nada más que tu capacidad para apuñalar a todo el que se cruzaba en tu camino en cuanto te daba la espalda.
¡¡Que quieres dejarle a tu hijo una Andalucía mejor de la que te dejaron tus padres y abuelos!! has dicho arrebatada en el minuto menos 1 de campaña.
¡El cemento es material blando para la materia de la que está hecho tu rostro!
No lo dudo. Y acostumbrada como estás a hacer de Andalucía tu sayo, sé que vas a cumplir tu deseo de sobra. Vas a confeccionar una Andalucía mejor para tu hijo. Por supuesto. Pero eso: sólo para tu hijo, como has aprendido a hacer de tus grandísimos padres políticos: Felipe, Borbolla, Escuredo, Chaves, Griñán, Zarrías, Perales, Viera, etc, etc, etc...
Mientras, 200.000 hijos de otros andaluces -y andaluzas- tendrán que coger la maleta para aspirar a un futuro de dignidad fuera de su tierra, de la tierra que sudaron sus padres y abuelos para que tu partida de bandoleros modernos, BOJA en mano, se la arrebataran.
Doctores, arquitectos, licenciados, médicos, enfermeros, profesores, todos hijos de obreros, jóvenes todos ellos entre 25 y 35 años, según el perfil medio, marcharán al exilio sobradamente preparados gracias al esfuerzo de sus padres, que no a las partidas del presupuesto público que tú y tu banda de forajidos habéis invertido en la última década en el sistema educativo público andaluz.
Que tu hijo tendrá cuna de oro, nacerá en el mejor de los hospitales y en las mejores manos tampoco lo dudo. Pero no será gracias a las inversiones que tú y tu pandilla de gánsteres habéis dedicado en la última década al sistema sanitario público andaluz.
Culminar la tarea, por fin!
La presidenta pide el voto "para terminar la tarea iniciada el 28-F de 1980", subtitulaban todos los periódicos al día siguiente del inicio de esta campaña de las mil mentiras y promesas. Esta frase te ha quedado redonda, desde luego. Te felicito. O, -sería más justo afirmar-, felicito al negro que te escribe esos discursos que, sin ser buenos, tú destrozas con tus dotes verbales innatas.
Terminar lo que empezásteis hace 35 años. Eso es. Teníais clarísimo a qué veníais. Algunos también tenemos clarísimo, después de décadas de engaño, incredulidad, incluso ingenuidad, lo que habéis hecho, hacéis y vais a seguir haciendo hasta la victoria final. ¡Lástima que la otra mitad del pueblo andaluz no vaya a enterarse nunca o no quiera enterarse. Tal vez, caiga en la cuenta demasiado tarde de que el plato de lentejas que hoy pordiosean y reciben de tus bondadosas manos -¡oh, Susana!- no merece la entrega en sacrificio del porvenir de sus hijos sobre la mesa donde tu consagras el futuro del tuyo.
Me has tocado los bemoles, Susana Díaz, en el minuto uno de campaña. Y, aún así, me resisto a dejarme llevar por tu estilo chabacano de pregonera desencajada, sin más razón ni argumento ocultos que la avaricia y la egolatría. Mi educación en una familia humilde, pero dignísima, me lo impide.
Me has tocado los ovarios, Susana Díaz, en el minuto uno de campaña. Más de lo que lo haces el resto de los días del año desde que conozco tus transparentes intenciones. Tan contrarias a las que vociferas en tus mítines, cuál malísima imitación de pescadera en el mercado del Arrabal –con mis respetos absolutos por las pescaderas y ninguno hacia la imitadora.
Por eso voy a despedirte hoy con un deseo, un anhelo que albergo desde que tengo conciencia plena del daño irreparable que habéis causado a Andalucía y de los planes que os permitirán culminar vuestra Obra:
-¡Malditos! ¡Malditos seáis!
- ¡Malditos por siempre tú y toda tu casta de falsos enarboladores de símbolos pisoteados, pueblos traicionados, herencias malversadas!
¡Malditos tú y todos los tibios de espíritu que, sin ser de vuestra ralea, han consentido el expolio, la miseria y el dolor profundo que habéis provocado! Dolor que, tal vez, sea la única herencia que algunos podamos dejar a nuestros hijos, además del elevado honor de haber pertenecido a La Resistencia!
Aún siendo cierto que en Andalucía vivimos en un régimen, creo que al utilizar un lenguaje tan "grueso" se desvirtúa lo expresado.
ResponderEliminarFco. Javier, con tu comentario has confirmado al 100 % el mío respecto a la tibieza de los andaluces de buena fe como veo que eres tu y que son los culpables (por omisión) de muchas de nuestras desgracias . Gentes como Mara, todos como Mara, con su lenguaje "grueso" es la única forma de llevar a la cárcel a estos canallas, ladrones que, con su nepotismo y su robos descarados a mansalva están destruyendo, mejor dicho, han destruido, nuestra patria chica, cuya reconstrucción va a tomar muchos años de alfabetización y formación moral de la población,de tantos cuya razón de vivir no pasa más allá de los programas basura de Canal Sur. Lo único que nos queda ya es una postura de rebelión "gruesa" al estilo de Mara, pero TODOS A LA VEZ, con un nuevo LENGUAJE GRUESO que traspase nuestras fronteras a las gentes de buena fe que se enteren de la canallada que estos granujas y ladrones de nuestros gobernantes, con su nepotismo y su latrocinio continuado durante 35 años han destrozado nuestra Andalucía.
ResponderEliminarDe momento, Susana está a dedo, nadie ha tenido oportunidad de cometer ese error de votarla,, pero al psoe si, menos de los que ellos querrían, pero suficiente para seguir con el régimen. Suscribo lo que dices: encima me tuve que tragar el comentario del ttaxista, que los anteriores estarán pringaos, pero que ésta está ahí xq está limpia... Ufff, mucho hay que esperar a que esto cambie.
ResponderEliminarDe momento, Susana está a dedo, nadie ha tenido oportunidad de cometer ese error de votarla,, pero al psoe si, menos de los que ellos querrían, pero suficiente para seguir con el régimen. Suscribo lo que dices: encima me tuve que tragar el comentario del ttaxista, que los anteriores estarán pringaos, pero que ésta está ahí xq está limpia... Ufff, mucho hay que esperar a que esto cambie.
ResponderEliminarElla describe lo que otros no se atreven - ni yo misma- . El daño de estos elementos -y elementas- en Andalucía es irreparable (el tiempo es irreversible). Se aprovechan hasta de nuestra educación y contención lingüística. Yo alabo los arrestos de Mara. Saludos.
ResponderEliminarMara se quedó corta en los calificativos. El artículo es magnífico!
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