Jornada de genuflexión

Hoy, sábado 21 de marzo de 2015, es la jornada de reflexión que antecede a la gran fiesta de la democracia que mañana domingo se celebrará en toda Andalucía!

Mmmm... A ver: algo no va. Averigüen ustedes qué dos lexías complejas son dos falacias como dos castillos burgaleses. Una pista: ambas van en cursiva.

Pero qué gran fiesta ni qué democracia ni qué reflexión, ni qué niño muerto? Coño, que ya está bien!
Una cosa es que me deje recortar un 30% en mi capacidad adquisitiva para que los inmensos grupos financieros internacionales no machaquen a los enormes grupos financieros españoles, y otra es que me chupe el dedo!

Qué reflexión ni qué mierdas? Perdonen ustedes la proliferación de tacos, pero es que ya llega a un punto el tema que a uno se le caen de las teclas los ortegaygasetes, los espinozas y los petrarcas, y aquí ya no hay Laura que valga, ni perseverar-en-su-Ser, ni yo-soy-yo-y-mi-circunstancia! ...Cojones!

Qué leches de reflexión se puede hacer después de ver lo que hemos visto? Una tía vestida de botellín de cerveza, con la misma cara y actitud que el Gambrinus de la Cruzcampo, diciendo de sí misma "estapresidenta, estapresidenta" como si se hubiera tragado un loop! 

Después de haber escuchado a los candidatos a "gobernar" Andalucía, uno se esconde en el rincón más oscuro de su casa tiritando de frío. Ni una idea; ni una propuesta; ni una denuncia formal... Pura basura insustancial; amén de un nivel (como ya dije hace poco) deplorable e insultante para el pobre ciudadano que haya decidido ir a votar.

Porque ésa es otra: qué se creen ustedes que están haciendo al ir a votar? Elegir a su representante en el Parlamento? Noooooo!!! Erroooooor!!! Nada de eso!!! Ustedes (yo también, ya que votaré en las elecciones de mañana en defensa propia) van a consolidar en su estatus y en sus sueldos a la oligarquía de partidos que está manteniendo nuestro propio Estado. Un escándalo!

Así que hablemos en plata: aquí no hay Democracia. Porque ni hay representatividad del ciudadano a través de diputados uninominales de distrito, ni hay separación de Poderes. La verdadera Democracia consiste en eso. Y en España no la tenemos. Nunca la ha habido. Y, de no abrirse un proceso constituyente que derribe la Constitución del 78 para siempre jamás, no va a haberla nunca.

Así que dejémonos de la mierda esa de la gran fiesta de la democracia. Aquí la única fiesta que va a haber es la que va a celebrar en su sede el partido que gane las elecciones y la que también organizará -sin duda- Podemos. Pero ni esto es una fiesta democrática, ni leches!

Aquí lo que hay es una jornada de genuflexión: todos de rodillas ante el paso demoledor de las empresas boyantes que son, hoy por hoy, los partidos con escaños asegurados.

Y de reflexión, nada, señores! No hay nada que reflexionar cuando la inmensa mayoría de los votantes (por no decir el 99% de los mismos) no han tenido ni la paciencia ni el interés en solicitar a los distintos clubes privados (o partidos: como quieran llamarlos) sus propuestas en forma de programa. 

Yo sí lo he hecho! Se lo he solicitado a UPyD, a VOX y a Ciudadanos. Los demás no me interesan: por corruptos o por extraños. Los dos primeros me enviaron sus extensos programas. El último me redireccionó a una web naranja y preciosa en la que, por más que lo intentaras, entrabas en un bucle infinito sin conseguir ver más que propuestas voluntariosas pero en ningún caso cómo realizarlas.

En cualquier caso, yo sí que podría reflexionar hoy. Aunque ya no me hace falta: llevo reflexionando desde hace meses acerca de qué debo hacer mañana, 22 de marzo! Pero yo podría reflexionar hoy porque antes me he informado; he buscado la información necesaria para realizar una reflexión seria. Y créanme: ya reflexioné hace tiempo. Pero la mayoría de los que van a votar mañana ni se han interesado por las distintas propuestas, ni nada de nada! 

Creen ustedes que los que van a votar a Susana Díaz, esos putos cómplices, han reflexionado acerca del sentido de su voto? Es más: creen ustedes que alguna vez en su vida habrán reflexionado acerca de algo?

Y lo mismo digo de los que van a votar al dependiente de Tejidos Mondoñedo; es decir: a Moreno Bonilla. Más de 30 años de su partido en la Oposición sin dar un palo al agua, aceptando pulpo como animal de compañía, y todavía hay tela de gente que va a votar al hombre descafeinado! Como si los del PP andaluz se hubieran opuesto a algo en los últimos treinta años!!!

Que no hay reflexión, hombre! No hay ni atisbo de reflexión! Sólo unos pocos (Nos, pocos; nos, felices pocos!) nos hemos tomado el trabajo de cotejar propuestas, investigar a los candidatos, estudiar un poco la trayectoria de cada partido... Y eso que somos conscientes de que esto no es una Democracia!!!

Así que, por favor, que no me hablen de que hoy es una jornada de reflexión. Porque es que me parto la L5! 

Y que tampoco me vengan con que mañana es la gran fiesta de la democracia! La gran fiesta de las narices, es lo que va a ser! Mañana vamos a intentar sacar de ahí a los chorizos que están bajo el hechizo de la Gambrinus, a los sinvergüenzas que se amparan bajo el manto del aforamiento, a los mendrugos que sin saber hacer la O con un canuto pero ocupando cargos de alta responsabilidad política se permiten el lujo de ordenar y mandar -acerca de campos en los que todo lo desconocen- por encima de los profesores, médicos, juristas, arquitectos, empresarios e intelectuales andaluces. Sólo hay que escuchar tres minutos al Botellín de Cruzcampo rojiblanco para percatarse de que vivimos en plena Oclocracia (busquen; busquen en el DRAE). Oír al Gambrinus con mechas y sentir una contracción en el píloro es todo uno!

De manera que basta ya de eufemismos y de lugares comunes: hoy es un sábado como otro cualquiera; y mañana, una oportunidad más para salir de la olla de estiércol en la que vivimos los andaluces desde hace siglos, ininterrumpidamente. Una oportunidad que volveremos a desperdiciar, probablemente. 

Pero ni hoy es un día de reflexión, ni mañana es una fiesta de la Democracia. 

Y por mucho que lo repitan en los medios de comunicación, en los bares y en las tertulias radiofónicas, ambas frases manidas resbalarán como conceptos inertes sobre el paraguas de mi espíritu alerta. Porque yo, amigos, seré andaluz; pero no gilipollas!