Al fin y a la postre, es lo único que saben hacer, aparte de llevárselo calentito, parapetarse tras un trapo de colores que él y los suyos han confundido con razones, argumentos y datos. Como el payaso que oculta sus miserias tras una nariz roja y unos zapatos verdes, este ejemplo de mediocridad andante vuelve a poner en práctica una de las tácticas más habituales de su clan, y esconde tras un símbolo manoseado por los suyos hasta la náusea los parámetros del socialismo andaluz: despilfarro, ineficiencia, corrupción, paro, nepotismo, caciquismo, mentira y prepotencia.
Era la semana del año más propicia para remover viejas pasiones inspiradas en históricos agravios. El 28 F estaba cerca. Entre sus parroquianos el éxito de esta puesta en escena, con repercusión mediática incluida, estaba asegurado.
Fue la ‘’comidilla’’ en los actos institucionales conmemorativos del Día de ANDALUCÍA que, esa misma jornada -¡qué casualidad más causal!-, se celebraba en todas y cada una de las provincias andaluzas.
Efectivamente, mientras Mercedes Alaya seguía dictando autos contundentes para intentar poner donde corresponde a los máximos responsables de los equipos gubernativos de la Junta de Andalucía en los últimos 10 años, los miembros del equipo gubernativo andaluz de la agonizante IX legislatura dedicaban todos sus esfuerzos a la fanfarria conmemorativa.
La celebración ha seguido el modelo clásico: reparto a diestro y siniestro de medallas y banderas, cual soberbios reyezuelos medievales otorgando dádivas miserables al pueblo empobrecido y pedigüeño, a propósito de su cumpleaños.
La secuencia ha sido la habitual. El miércoles, los actos tenían lugar en la periferia. El sábado, coincidiendo con el aniversario fundacional de este reino de trileros –Escribano dixit y yo comparto-, todos los enanos del circo se reunían para la ocasión en Sevilla capital, cueva de Susi Babá y sus 40.000 secuaces.
El protocolo se ha cumplido con disciplina militar. Cada oveja con su pareja y rígida escaleta del acto para todos por igual. O sea, cada consejero/a a su provincia de origen o adopción. En el primer acto, entrega selectiva de insignias y declamación de orondos discursos de empalagoso ensalzamiento. En una segunda parte, momento relax musical previo al ratito distensión-compincheo-copa de vino español, congratulaciones. Finalmente, despedida y cierre. Hasta el próximo evento-reparto de premios, que será en apenas unos días, el 8 de marzo.
La maquinaria goebbelsiana nunca descansa.
El argumentario partía, como siempre, del manifiesto institucional aprobado en el Consejo de Gobierno del martes. La plantilla, según el procedimiento acostumbrado, se distribuyó desde la productora central de mensajes oficiales del régimen, en San Telmo, a todas las sucursales provinciales de la oficina del portavoz.
Como adivinarán los avispados lectores de este medio, el 28 F es una ocasión única para hacer especial mella con la incesante gota china de la propaganda oficial. En una semana concentran todos sus mantras y los retuitean mediante cientos de discursos demagógicos, que llegan a todos los rincones del paraíso sureño y hasta el más despistado eremita.
Aprovechan todos los espacios, todos los medios, todos los foros y públicos, todas las excusas, todas las miserias y pasiones para expandir sus mensajes: colegios, fábricas, universidades, academias, clubes deportivos, centros culturales, empresas y cooperativas, parques naturales y organizaciones solidarias. Ilustres catedráticos, humildes agricultores, egocéntricos artistas, periodistas, médicos y ecologistas, autónomos y emprendedores de vanguardia. Nada ni nadie escapa a la campaña divulgativa de sus virtudes frente a los defectos del contrario.
Por supuesto, los jóvenes, mujeres, parados, inmigrantes, dependientes y toda suerte de colectivos en riesgo de exclusión –la descalificación no es mía- son objetivo 1. Como los fondos de formación de la Unión Europea en riesgo de extravío permanente. Por supuesto, los medios de comunicación, convenientemente adiestrados y suficientemente regados con financiación pública, son sus mejores aliados para lograr los mayores éxitos en su estrategia informativa de mentiras mil veces repetidas.
Crónica irreverente del 28 F institucional periférico del año 2015.
A continuación, aún a riesgo de resultar una impertinente gotita malaya, les ofrezco en exclusiva esta irreverente crónica de los actos institucionales celebrados en la periferia de la capital del reino autonómico andaluz, con motivo del Día de Andalucía del año 2015, 35 aniversario del 28 de Febrero de 1980. Respecto a lo ocurrido en aquella fecha histórica recomiendo la lectura de algunos colaboradores de este medio informativo y otros autores de no reconocido prestigio entre la oficialidad dominante, que durante tres décadas han sido ocultados tras la impostura del invento autonomista.
Empezaré por Almería, por seguir un orden alfabético, y no porque aquella provincia votara en contra del 151 de la Constitución en 1980.
Para recorrer más rápidamente el territorio autonómico, me subí al coche oficial e hice uso de los privilegios de nuestros gobernantes. Acompañé, primero, al coqueto Sánchez Maldonado, consejero de Innovación, Empleo y no sé cuántas cosas más, durante la entrega de nueve premios a modélicas entidades y personas almerienses acreedoras de cuatro insignias y cinco banderas blanquiverdes en reconocimiento a su esfuerzo, entrega y compromiso con Andalucía.
Me fui después a Cádiz, en compañía del exquisito Jiménez Barrios, consejero de la Presidencia. Allí entregamos diez reconocimientos: a una bodega de rancio abolengo, un actor y una actriz, una empresa surgida de sus parques tecnológicos –otro tinglado del que algún día escribiremos largo y tendido-; un periodista –por supuesto, del grupo PRISA-; dos asociaciones, una de niños con cáncer, otra de mujeres –a solidaridad con los más débiles no les gana nadie-; una escudería y un club de golf. Aprovechando para poner en valor algunos de los negocios del niño Chaves, el comisionista.
Recogí en Baena para llegar juntas a la hermosa capital cordobesa a la lozana andaluza, María Jesús Serrano, brillante consejera de Medio Ambiente y Urbanismo. Sobre todo, teniendo en cuenta que no sabe ni de uno ni del otro. Nada extraño entre nuestros gobernantes. En su caso, -confidencia textual surgida en la intimidad del auto oficial-, su mérito ha sido tener como padrino político a uno de los históricos de la Famiglia en la provincia, y haberse sabido arrimar en el momento oportuno al árbol que más sombra daba. El lobby femenino en el partido es más fuerte que nunca al calor de la "killer".
En fin, a lo que íbamos, a los premios. ¡Once! Y haciendo un aparte ante la sorpresa, multiplico: 11 por 30 años de 28 efes, resultan 330 premios, más o menos -sólo en Córdoba. Si le sumamos una media de diez premios más por cada una de las onomásticas varias que se celebran el resto del año, con su consiguiente masa de votantes detrás, la cifra se desorbita. Por ejemplo, el día de la mujer, de los consumidores, del voluntariado, de los jóvenes solidarios, de la iniciativa emprendedora, del deporte, del turismo, de la cultura, del niño y la niña, etc, etc,etc.
O, sea, si multiplicamos por ocho, comprenderemos muchas cosas, además de por qué se han hecho ricos algunos fabricantes de banderas, medallitas e insignias. No extrañará tampoco la acumulación de condecoraciones en manos de figuras, organizaciones y colectivos afectos al sistema.
De Córdoba me fui, en un plis-plas, al parque de las Ciencias de Granada, con la consejera que tiene hechas unos zorros las urgencias andaluzas, María José Sánchez Rubio. Allí entregó -¡tomen nota¡-, ¡catorce reconocimientos! A la Orquesta de la capital, a una bailaora y a un club de Fútbol Femenino –la cuota feminista siempre viva-; a dos ayuntamientos recién constituidos –aunque Merkel vaya por el camino contrario-; y una cooperativa de comunicación procedente de un ERE –¡HUY! La soga en casa del ahorcado! También han sido homenajeados un colegio oficial, con más de 4.500 colegiados y 120 años –adivinen de qué sector en conflicto y maltratado por esta consejera con especial inquina en los últimos años se trata.
A Huelva no quise acudir. Opté porque me contaran en diferido el acto, celebrado en Aracena. Los andaluces hemos aprendido a tragar ranas, pero, a veces, los sapos se nos atragantan. Llera, ese consejero y exfiscal, dedicado a poner palos en la carreta de la Justicia, entregó siete distinciones convocando a todos los andaluces a "sumar fuerzas y superar juntos esta grave situación". Como saben, el gobierno del que forma parte y los dos anteriores atraviesan una grave situación en los tribunales. Deduzco que estaba pensando, como de costumbre, en la jueza Alaya.
Elena Víboras estuvo en Jaén. La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, más conocida por ser hermana del letrado mayor del Parlamento andaluz, entregó ni se sabe la de banderas andaluzas en la taifa de Zarrías.
El consejero al que han puesto a dar la cara por el marrón del fraude de la formación, Luciano Alonso, entregó en Málaga las distinciones. Después de no haber dado ni una explicación convincente sobre el asuntillo del fraude de los cursos de formación el día anterior en la mesa permanente del Parlamento, sacó pecho para afirmar, sin sonrojarse, que en Andalucía "las dificultades no se han solucionado con recortes en la sanidad y en la educación, o con tasas y copagos en los servicios sociales; ni a la falta de dinero se ha respondido con privatizaciones de los bienes que eran de todos". "Y, además, hemos conseguido mantener todo eso sin aumentar nuestro déficit". "A pesar de la 'injusta' financiación autonómica del Gobierno de la Nación, Andalucía ha recibido 8.000 millones de euros menos de lo que le correspondería".
- Juanma, te lo dejo en suerte. Ni capote necesitas para rematar esta faena.
Por último, la locuaz –o, mejor decir, lenguaraz- María Jesús Montero, candidata con casi todas las papeletas a ser la próxima presidenta digital de la Junta, –si el sabio pueblo andaluz no lo impide-, entregó los galardones en Sevilla. Destacó en su alocución el "tesón" con el que la cooperativa Las Nieves trabaja sus productos; la "defensa de la igualdad de oportunidades" que brinda la Residencia Los Pinos; el "anhelo de conocimiento en la búsqueda incesante de respuestas sobre la vida y las posibilidades de desarrollarla en otros planetas" de José Antonio Rodríguez Manfredi; y la "pasión por la tradición y su preservación como legado entre generaciones" de la Asociación de Campaneros de Utrera.
Ustedes me disculparán, pero comprenderán que después de este atracón, el sábado me resultara imposible asistir al fin de fiesta en el teatro de La Maestranza, bajo la luz cegadora de la fulgurante estrella en estado de buena esperanza. Lo siento por el juez Calatayud, al que quería saludar personalmente.
En todo caso, ¡ENHORABUENA al centenar de premiados con motivo del 28F 2015!
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