Gregorio
López fue un abogado
y humanista del siglo XVI que tuvo la responsabilidad de ejercer como
Gobernador de los estados del Duque de Béjar, además de ser Fiscal del Consejo
de Castilla y abogado de la Real Chancillería de Granada.
Entre sus numerosos
trabajos, acertó a glosar o enmendar Las
Siete Partidas, obra jurídica esencial escrita trescientos años atrás, bajo el reinado de Alfonso X el Sabio, y que no es otra cosa que un código jurídico que abarca desde asuntos comerciales
hasta del patrimonio familiar; desde la autoridad de la Iglesia hasta litigios entre vecinos. Gregorio López fue uno de los que a lo
largo de la Historia de España metió mano
a la adecuación de Las Siete Partidas, y parece que con gran
éxito.
En
uno de los epígrafes de la obra, este Fiscal del Consejo de Castilla
define y estudia, siquiera sea someramente, la figura del tirano. El tirano, “…quiere decir, como Señor, que es apoderado
en algún Reyno o tierra por fuerça, o por engaño, o por trayción. E estos tales
son (los tiranos) de tal natura, que
después que son bien apoderados en la tierra, aman más de fazer su pro,
maguer sea daño de la tierra, que la pro comunal de todos, porque
siempre biven a mala sospecha de la perder.
E
porque ellos pudiessen cumplir su entendimiento más desembargadamente, dixeron
los Sabios antiguos, que usaron ellos de su poder siempre contra los del pueblo
en tres maneras de artes: la primera es que estos tales pugnan siempre
que los de su Señorío sean necios e medrosos, porque quando tales fuesen,
non osarían levantarse contra ellos, ni contrastar sus voluntades; la segunda
es que los del pueblo ayan desamor entre sí, de guisa que non se fíen
unos de otros, ca mientras en tal desacuerdo vivieren, non osarán fazer ninguna
fabla contra él, por miedo que non guardarían entre sí fe, ni puridad; e la
tercera es que pugnan por los fazer pobres e de meterles a tan grandes
fechos (deudas) que los nunca pueden acabar, porque siempre
ayan que ver tanto en su mal, que nunca les venga al coraçón de cuidar fazer
tal cosa que sea contra su Señorío.”
Esto
es lo que nos dice una
sólida voz del siglo XVI: que los tiranos son aquéllos que se apoderan de un
territorio bien por la fuerza, por el engaño o por la traición; y que son de
tal naturaleza que, tras trincar bien la sartén por el mango, se ocupan más de
afianzarse en el Poder por todos los medios que en buscar el beneficio del
común: tanto es su temor a perder la silla!
López añade que los tiranos usan siempre
tres argucias para hacer valer su voluntad: procurar que los súbditos sean
incultos y miedosos; que se lleven mal entre sí, y que se mantengan en la
pobreza; o cercanos a ella a base de cargarlos con enormes deudas que jamás
podrán pagar.
Adecuando de alguna manera el lenguaje
del siglo XVI al actual, donde dice súbditos
podemos leer ciudadanos, y donde dice
apoderarse de un territorio podemos
leer ganar las elecciones. Por lo
demás, tanto los términos como los conceptos que encierran son idénticos. Y no
digamos ya la realidad que dibuja López! Parece que no han pasado cuatro
siglos!
En Andalucía, aunque ustedes no lo
crean, tenemos –y mantenemos- un Parlamento. Desde la silla presidencial de
éste, y a lo largo de más de treinta años sin control de ningún género, sus
responsables han conseguido crear -han alentado, incluso!- la formación de un
laberinto gigantesco que nos trasciende a los ciudadanos andaluces, llegando a
atravesar la barrera misma de la Ley y de la Constitución. Un laberinto cuyo
Minotauro ha perforado los muros antaño inexpugnables del Derecho
Administrativo logrando edificar, y con sólidos cimientos, una mega
estructura kafkiana que, como una Cinta de Moebius, no tiene fin ni principio,
ni arriba ni abajo, ni luz ni sombras.
Técnicamente, los andaluces vivimos en
una extraordinaria burbuja perfectamente aislada de la Democracia; una burbuja en la que no entra la Justicia y de la que no sale
el Pundonor. Los miles de millones de euros que se han ido por el retrete del
despilfarro partidista no regresarán jamás. La única manera de ver,
de imaginar esas cantidades astronómicas expoliadas durante décadas al pueblo
andaluz es observando bien las caras rosáceas y bien alimentadas de los
sindicalistas de UGT, los cuerpos tallados a base de gimnasio caro de las
consejeras y directores generales del PSOE andaluz, la ropa sobria pero carísima de nuestros
diputados autonómicos, alcaldes, directores de agencias, etc.
Pero si, con ser gravísimo el dispendio
y la malversación continuada de fondos públicos, todo quedara en eso, pues con
unos pocos años de desfilar ante la Juez Alaya (la única jurista viva que hay en Andalucía, a lo que
parece), antes o después acabarían muchos de nuestros políticos y demás fauna
corrupta en la cárcel: el dinero no volveríamos a catarlo, porque está en la
barriguita de los bueyes que asaba aquél con billetes de 500 euros; pero, al
menos, irían a reflexionar a la trena durante unos años todos estos ladrones.
Sin embargo, en Andalucía sufrimos un
plus de abyección, una vuelta de tuerca más de miseria: los andaluces hemos
sido aleccionados durante los 36 años
de Socialismo para mantenernos dentro de las tres artes que, según Gregorio López, el tirano fomenta y cultiva
para mantenerse en el Poder. A saber: los Gobiernos sucesivos de Manuel Chaves,
que se mantuvo agarrado al sillón durante 19 años, consiguieron que los
estudiantes andaluces de varias generaciones figuren en el último escalón del
Informe Pisa trianual; y quien dice los estudiantes, dice todos los estudiantes de todos los niveles, incluido, por supuesto,
el universitario!
Nuestros hijos, en infinidad de casos,
llegan a la Educación Secundaria Obligatoria siendo técnicamente analfabetos.
Que sepan decir su nombre y apellidos cuando un policía nacional les pide el
DNI en el botellón, o que acierten a leer el título del último tratado de
Ontología Transustantiva de Belén Esteban no desmiente que sean virtualmente
ágrafos! Y quien dice los alumnos (hablo, por descontado, en general), dice los
padres de los niños: sólo hay que ponerse un traje anti-ébola y conectar Canal
Sur en cualquier tramo horario de programación para constatar que la
televisión pública andaluza hace años que apostó por pobres viejos de difícil
capacidad expresiva, niños con pajarita gritando chistes deplorables en un
plató, bufones que berrean un habla andaluza apócrifa… Y copla! Mucha copla! Se
llama copla; se induce a copla; se inyecta copla; se pudre copla; se muere a
copla!
El andaluz medio ha sido hundido en la
mayor de las inculturas. Abandonado por sus gobernantes y pisoteados sus
derechos por éstos, el andaluz medio ha sido reducido a carne de televisión; se
le ha extirpado casi por completo la capacidad crítica; incluso quienes tenían
que haber luchado por nosotros con más energía, que son los sindicalistas, los
amigos del obrero, del trabajador, del currante, nos han estafado gastándose
miles de millones de euros, miles de millones en principio destinados a cursos
de formación para luchar contra el paro! Los sindicalistas de UGT, y en menor
medida los de CCOO, amancebados con el Socialismo andaluz desde hace décadas,
forman parte de la mega estructura hedionda de la red urdida durante años. Son
los enemigos del trabajador; literalmente, unos parásitos estafadores.
Nos han mantenido en la incultura, en el
desconocimiento; pero también han fomentado la enemistad entre las distintas
provincias, azuzando rencillas absurdas que sólo han servido para desmontar
cualquier atisbo de solidaridad entre ciudadanos estafados. Provincias como
Málaga y Sevilla, o Granada, que son aquéllas desde donde cabría esperar que
surgiera un movimiento urbano contestatario, han sido enfrentadas
artificialmente entre sí desde los fastos del 92. Y no sólo por los
socialistas, sino también por los del Partido Popular, verdaderos parásitos y
holgazanes.
A golpe de talonario y subvenciones, han
callado a artistas, celebridades, intelectuales, músicos, actores, poetas
y arquitectos. Pero sobre todo han tapado las bocas, a cambio de favores y
prerrogativas, a fiscales, banqueros, jueces y periodistas. Especialmente,
periodistas!
Nos han fraccionado: han acabado
definitivamente con la posibilidad de que surja un movimiento ciudadano de
indignados, porque han conseguido vender la indignación como patrimonio de la
Izquierda!
Y, finalmente, nos han hundido en la
miseria. Andalucía ha recibido, desde 1986 hasta hoy, más de 80.000 millones de
euros, que se dice pronto! Eso, sólo de los fondos europeos! Porque también
está nuestro PIB autonómico! Dónde está ese dinero? En qué se ha traducido después
de tantos años esa barbaridad de dinero a chorros, inyectado a presión desde un
manantial que parecía no parar? Dónde están las empresas punteras andaluzas?
Dónde las Universidades punta de lanza en investigación? Dónde las industrias?
Dónde la Cultura, el Teatro, el Cine, la Música? Dónde están las
infraestructuras viarias, deportivas, aeroportuarias? Dónde, los colegios con
dotación adecuada? Coño! Dónde está todo ese dinero? Yo os lo diré: en la
barriguita del buey que asaba Juan Lanzas!
Por desgracia, ahí no queda todo: además
de arruinarnos el presente, la Deuda que ha contraído la Junta de Andalucía con
los poderes fácticos financieros nacionales e internacionales es de tal calibre
que los hijos de nuestros hijos llegarán -en serio- a ser personas de mediana
edad para cuando terminemos de pagarla. En la última navidad casi no nos pagan
la nómina a los profesores andaluces; y era sencillamente porque no había
dinero en la caja. Para pagarnos, para sobrevivir necesitamos endeudarnos a
diario. Éste es nuestro afán!
Como véis, las tres formas de afianzarse
el tirano en el Poder se cumplen escrupulosamente en Andalucía: incultura y miedo; insolidaridad
interterritorial e individual; y miseria y deuda sin fin.
Pero desde que Susana Díaz es Presidente
del Gobierno andaluz, la cosa ha empeorado aún más, si cabe. En el artículo que
Luis Escribano publicó el jueves pasado en EDL, y cuyo título es Nueva receta:
Democracia a la andaluza, Luis adjuntó una tabla que me llamó
extraordinariamente la atención, y que es ésta que reproduzco aquí tras
robársela por toda la cara:
Año
|
LEYES
|
DECRETOS-LEYES
|
2008
|
3
|
2
|
2009
|
5
|
3
|
2010
|
12
|
7
|
2011
|
18
|
3
|
2012
|
5
|
5
|
2013
|
7
|
10
|
2014
|
5
|
17
|
Ya sabéis que un decreto-ley es,
resumiendo, “esto se hace porque lo digo yo, y punto!” No hay opción a discutir
dicha ley, ni a parlamentar acerca de
la bondad o no de la misma. No hay tutía: el decreto-ley va a misa; y para ir a
misa pasa por encima de los
parlamentarios arrollándolos a todos.
Como véis, aparentemente desde el año
2008 al 2014 se ha ido incrementando el número de leyes aprobadas a base de
decretos-ley y menguando aquéllas que han sido discutidas y votadas por el
Parlamento. Y digo aparentemente, porque a poco que uno observe bien la tabla,
se percata de que es desde 2013
cuando las leyes aprobadas por decretazo aumentan exponencialmente, mientras
que las otras leyes disminuyen de manera dramática! Y en 2014, se disparan los
decretos!!!
Y qué pasó en 2013? Pues que llegó al
Poder, salida de la cabeza de Zeus, Susana Díaz! No hay más que verla actuar
rebanando el cuello del pobre maniquí roto Pedro Sánchez para darse cuenta de cómo
se las gasta la premamá. Porque, estimados lectores demócratas, amables
lectores liberales, Susana Díaz es el epítome del tirano: no sólo acepta, asume
y procura mantener la mega estructura mafiosa heredada de sus padres políticos
Chaves y Griñán (a punto de ser encausados en el Supremo), sino que acaricia
con dulzura la realidad terrible de los andaluces como si se tratara de un
asnito peludo y suave; como si estar endeudados hasta las cejas de nuestros
nietos gracias a su pésima gestión económica, como si ser la región menos
preparada académicamente de Europa, el imperio del paro, la patria de la
insolidaridad fuera un cúmulo de virtudes!
Susana, la premamá matapedros, no sólo
cuida las tres artes del tirano (mantener al pueblo en la incultura; impedir
que se solidaricen unos con otros; hundirlos en la pobreza cargándolos con deudas
impagables), sino que se ha atrevido a hacer lo que ni el disléxico Chaves ni el insondable Griñán habrían soñado en sus ensoñaciones diurnas de dominación: ha destruido el Parlamento a base de
decretos-ley. Si antes el Parlamento andaluz era motivo de risa para cualquier
ciudadano serio, ahora no es ni sombra de lo que fue, porque ha sido
despojado de la capacidad de debatir. Si alguna vez lo tuvo, el Parlamento
andaluz, hoy, ha dejado de tener sentido: Susana Díaz lo ha destruido en su esencia.
Ignorancia, miedo, insolidaridad,
pobreza, deuda… Las armas del tirano. Ésas son las que maneja, como una Aracné
con mechas la tirana de Triana: Tirana Díaz!
Espectacular!
ResponderEliminarrozando la perfeccion, un golazo total!
Gracias
Para endulzar el mal sabor de boca
http://youtu.be/69ThRaK8FhE
Salud y paz...ciencia
Comparto sus apreciaciones sobre el artículo. Acertadísimo!!
EliminarGracias, igualmente salud, y contamos con la madre de la ciencia... ;-)
Saludos!
¡Muy bueno!
ResponderEliminarGracias por desarrollar este sitio.
Estoy de acuerdo: es muy buen artículo.
ResponderEliminarDe nada, y las gracias a usted por seguirnos. Un saludo.
muy bueno, no me lo esperaba
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