Artículo de Luis Escribano
Antes de las
elecciones autonómicas del pasado 2 de diciembre, nadie daba por hecho que el
PSOE no volviera a gobernar en la Junta de Andalucía en esta nueva Legislatura.
He leído distintos análisis sobre los resultados electorales, en los que se han
utilizado especialmente variables de naturaleza política, pero sin entrar a
valorar un hecho que, a mi juicio, ha constituido el detonante definitivo de la
catarsis producida en la sociedad andaluza: la resistencia no-violenta o no-violencia activa del
movimiento social que inició en Granada un médico de urgencias, Jesús
Candel, que ha catalizado un profundo cambio social con consecuencias políticas.
En los análisis demoscópicos
y políticos anteriores a los comicios andaluces, ningún analista llegó a
percibir la importancia de dicho movimiento social pacífico, que en enero de
2017 desembocó en el nacimiento de la Asociación “Justicia por la Sanidad”,
una de las asociaciones con más socios de cuota de toda España a la que me enorgullece
pertenecer, y que no para de crecer.
A diferencia de
otros movimientos sociales y políticos que han utilizado o utilizan la
violencia como instrumento de coacción, lo que distingue a “Justicia por la Sanidad”
es el uso de la acción pacífica, convirtiéndose hoy en un movimiento referente
de acción no-violenta, no-violencia activa o resistencia pacífica, a la vista
de las denominaciones y definiciones que emplean algunos expertos en la
materia.
Este tipo de
movimientos busca la atención con el elemento sorpresa, mediante conductas que
no son habituales en las maneras y costumbres de la población, a fin de mostrar
la disconformidad con comportamientos considerados injustos. Sin duda, la
novedad en este movimiento social respecto a otros movimientos históricos ha
sido, desde su inicio, el uso por “Spiriman” -personaje creado por Jesús
Candel- de expresiones socialmente chocantes, aunque de uso coloquial,
que han sido determinantes para la captación de la atención de la ciudadanía
ante las injusticias que denunciaba en su contexto.
Para bien o para
mal, nadie que haya leído sus comentarios o visto sus vídeos ha quedado
indiferente, y gracias a ello ha conseguido que la sociedad empezara a ver y
conocer la Andalucía real, muy diferente a la que el régimen del partido
gobernante (PSOE) había creado con su propaganda, su represión y con el apoyo
de ciertos medios de comunicación que comían de su mano, una apariencia a la
que se había acostumbrado una inmensa mayoría de la sociedad andaluza, incluidas
grandes organizaciones como las empresariales, sindicales y colegios
profesionales.
Resistirse a ver
y asumir una realidad social, económica y política que provoca malestar, miedo
o sufrimiento, es un comportamiento humano típico y comprensible, pues toda persona
intenta procurarse cierta felicidad, y los prejuicios contribuyen a aumentar
esa resistencia. Muchos andaluces se han resistido durante años a mirar su
entorno con determinación hasta reconocer lo que estaba pasando: desempleo
desmesurado, degradación de la educación, corrupción abismal, injusticias, empobrecimiento
de la población, abusos de los poderes públicos, represión, “partitocracia”, hipocresía
social, y un largo etcétera de circunstancias negativas que ensombrecerían cualquier
avance positivo que hubiera podido producirse.
No es fácil vencer
dichas resistencias, pero las acciones de nuestro carismático y querido médico
Jesús Candel y su personaje “Spiriman”, con la inestimable
colaboración y participación de un equipo de personas y de miles de ciudadanos
pacíficos, sin duda han contribuido enormemente a vencerlas.
Y todo ello ha
ocurrido a pesar de la escasa o nula colaboración de muchos actores sociales
que tenían responsabilidades públicas, o a pesar de las persecuciones, acosos y
prohibiciones sufridas, que todo movimiento pacífico suele sufrir cuando pone
en evidencia la hipocresía, deshonestidad, fariseísmo o falsedad de tantas
personas que ocupan en nuestra sociedad tantos cargos aparentemente notables, descuidando
injustificadamente sus funciones.
Una vez vencidas
parcialmente dichas resistencias, y siendo conocedores de que son muchos los ciudadanos
dispuestos a cambiar la situación, el miedo a las consecuencias de no seguir
las consignas del régimen “psoeísta” se fue perdiendo, y la realidad iba
apareciendo ante los ojos de los ciudadanos, tal como revelaban cada día las
redes sociales, las cuales se han convertido en un instrumento clave de dicho
fenómeno social. Aunque parezca presuntuoso, me atrevo a decir que este
movimiento pacífico será estudiado en algunas Universidades de nuestro planeta.
“Quien siembra vientos
recoge tempestades”
Resulta obvio
que el partido en el Gobierno andaluz (PSOE-A), instalado en su soberbia y
prepotencia –rasgos frecuentes de todo régimen tiránico-, con un perfil muy
bajo en su plantel, no se percató de ello, a pesar de la pérdida paulatina de
votos que iba sufriendo en las últimas citas electorales. Los “mejores” del partido gobernante habían
huido al ver como se prostituía su casa, o fueron marginados, y los mediocres
que quedaron no supieron calibrar que la represión y persecución de ciudadanos hasta
la extenuación crea enemigos de las injusticias, como ha ocurrido con muchos de los
que hemos denunciado corrupción en sus filas, o que mentir tanto a todos y todo
el tiempo no cuela, obteniendo como resultado la creación de un movimiento de
resistencia organizado y pacífico cuyos dirigentes no han sabido valorar.
"Sic semper tyrannis”
(del latín, “Así siempre
a los tiranos”) es una frase atribuida a Bruto –quizá desacertadamente- cuando
asesinó a Julio César. Hoy es el lema oficial del escudo del Estado de Virginia
(USA), como puede observarse en la simbólica imagen del mismo, lema que ha
estado presente en la historia del país norteamericano. Aunque el asesinato del
“tirano” en épocas de represión ha estado presente en muchos pasajes de la historia
universal, desde hace tiempo se mantiene un rechazo social absoluto en nuestro
país y en otros países a ese tipo de soluciones violentas.
Tanto Jesús
Candel como la Asociación “Justicia por la Sanidad” abogan por
el ejercicio de la resistencia de forma pacífica. Cuando los gobernantes abusan
del poder jurídico, que pertenece naturalmente al pueblo, queda justificada la
no-violencia activa. La corrupción política, judicial, social y económica
manifiesta múltiples desviaciones del poder, y lamentablemente esta ha sido la norma
en el régimen del PSOE andaluz desde hace muchos años y en demasiadas ocasiones.
Sobre el derecho
de resistencia y la tiranía, Dalmacio Negro (“Anales del Seminario de
Metafísica”; Ed. Complutense, 1992) escribió que el término tiranía evoca un régimen de gobierno con
este primer rasgo: “el capricho
individual o particular del gobierno ocupa el lugar de la ley”.
Asimismo, sigue
diciendo en su obra que, bajo su régimen, “no existe verdadero orden jurídico: ni
las leyes dan seguridad ni los jueces poseen autoridad, y no existe por tanto
un régimen legal. Los gobernantes emplean permanentemente la fuerza
exclusivamente a su servicio y las leyes
no son más que mandatos u órdenes que adoptan esta forma. Es como si la
sociedad estuviera prisionera del gobierno.
(...) En la tiranía contemporánea son muy poderosas las razones ideológicas
que enmascaran y disimulan la fuerza. Los caprichos y desmanes de los
gobernantes, sus ataques a la Sociedad, explicados y justificados
ideológicamente, merecen incluso cierta legitimidad. Pero también se usa la fuerza subrepticiamente, enmascarada por
declaraciones y actos demagógicos y mediante el enfrentamiento de unos grupos
con otros. Hoy no siempre resulta fácil discernir si un régimen es
tiránico, a causa de la confusión de
ideas en torno a la naturaleza de la democracia mezclada con el humanitarismo,
el utopismo y, en definitiva, con la ideología: esta última justifica la posesión y uso del poder sin
más requisito que estar de acuerdo con ella, independientemente de la naturaleza de sus
acciones, que son siempre un medio lícito cuando se afirma que pretenden
alcanzar fines ideológicos.”
Bajo las falsas etiquetas
o banderas del “progreso”, “bienestar”, “socialismo”, “igualdad”,
“solidaridad”, “municipalismo” o la “izquierda”, el PSOE andaluz estableció en
Andalucía un régimen cuasi tiránico que convirtió a muchos andaluces en
“siervos”, que creyeron ser libres cuando no lo eran. Sin embargo, la reacción
de todo ciudadano a cualquier acción tiránica de sus gobernantes es la de
rebelarse contra el opresor, y esa fue la decisión que unos pocos ciudadanos
adoptamos hace años: Sic semper tyrannis.
Lo que no
pudimos conseguir esos pocos ciudadanos fue organizarnos y arrastrar a otros en
esa lucha contra dicha tiranía. Andábamos dispersos y, por ende, sin la fuerza,
constancia y agudeza necesaria, recibiendo duros golpes del régimen andaluz.
Hasta que apareció la figura de “Spiriman”, el personaje de nuestro
querido médico Jesús Candel. En poco tiempo, consiguió aunar a muchos
ciudadanos en un movimiento pacífico, que adquirió la fuerza e inteligencia
suficiente para luchar contra una tiranía insoportable, y que promete ser
permanente.
Gandhi insistió en entender la “no-violencia”
como la forma de resistencia civil con dosis de ética, no sólo como negación a
colaborar sino como una forma de decir “no” construyendo (programa constructivo).
Y esto constituye la base y el fin de la Asociación “Justicia por la Sanidad”
y de todo el movimiento que lo rodea, como método para cambiar nuestra sociedad
a mejor. La Asociación ha
nacido para quedarse, reuniendo a un grupo de personas comprometidas con los
fines de la misma, y con una vocación de permanencia y de acción pacífica.
Inició la senda
de la protesta y denuncia, a fin de captar la atención de todos.
Simultáneamente, anunció con reiteración la importancia que tiene la unión y la
acción conjunta de los ciudadanos, así como la comunicación e interacción en
las redes sociales. Los socios y demás ciudadanos nos hemos manifestado
pacíficamente en las calles para rechazar la corrupción y la pésima gestión de
los dirigentes políticos, y lo seguiremos haciendo mientras no se produzcan los
cambios necesarios.
En las redes
sociales ha quedado constancia de las injusticias que se estaban causando. Se
consiguió parar la fusión hospitalaria en Granada, al menos sobre el papel. Y
todo ello con el fin de intentar convencer a los gobernantes de ese necesario
cambio, aunque siguieron haciendo de las suyas.
Con sus acciones,
la Asociación “Justicia por la Sanidad” se ha convertido en una amenaza para
los corruptos y vividores de un sistema degenerado. Y como reacción a su lucha,
se ha acosado y perseguido a quienes denunciábamos las injusticias,
especialmente a la figura más carismática del movimiento, Jesús Candel (Spiriman), en un intento de apagar todas
las voces discrepantes.
Sin embargo, se
agradece la torpeza de quienes pretenden doblegarnos, pues cuando insisten en
usar torticeramente la ley para intentar reprimirnos, están consiguiendo el
resultado contrario: no hay mejor método para unirnos aún más a todos que
convertir la figura de Jesús Candel en un mártir.
Hay que ser muy retorcido
para atacar con el débil argumento de los límites de la libertad de expresión,
especialmente cuando se trata de denuncias públicas de grandes injusticias
generadas por actuaciones de quienes se sienten ofendidos. No se trata de un agravio
personal, del cara a cara que ocurre diariamente en nuestras calles, ni tampoco
de injurias ante un adecuado ejercicio de la función pública, sino de denuncias
de injusticias e ilegalidades en un contexto claro y diáfano de crítica y
protesta social, las cuales no son denunciadas, evitadas o perseguidas con
idéntica intensidad precisamente por quienes se sienten tan ofendidos o tienen
esa obligación, revelando la hipocresía y el fariseísmo que les caracteriza. Y
lo más grave de todo es que abusan de los cargos públicos que ocupan para tales
fines torcidos.
El enemigo de todos es la injusticia
Jesús Candel lo tuvo claro desde el principio, y los
que trabajamos en la Asociación junto a él, así como el resto de socios y
muchos ciudadanos, también: el enemigo
de todos es la injusticia, y es quien debe resultar derrotada en todo caso,
no las personas. Todos ganamos si las injusticias dejan de originarse, pues la
nueva situación produciría unas mejores y más justas condiciones para todos. Y
no es complicado conseguirlo.
Sin embargo, la alternativa
última a no acabar con las injusticias del régimen andaluz consistía en sacar del
Gobierno a corruptos y pésimos gestores, y eso es lo que ha ocurrido en las últimas
elecciones autonómicas, una lección que posiblemente no olviden en mucho tiempo
aquellos que ocuparon cargos públicos.
Los políticos
deberían ser conscientes de que hoy no se puede mentir tanto a todos y todo el
tiempo, pues es muy fácil dejarlos en evidencia. Y los nuevos ocupantes de los
poderes públicos andaluces, sean del color que sean, deberían adoptar las
medidas precisas para acabar con las injusticias, y para ello cuentan con recursos materiales y humanos, y suficiente tiempo. La sociedad andaluza queda a
la expectativa, y la Asociación “Justicia por la Sanidad” estará muy
pendiente de las acciones y omisiones que se produzcan.
Y para terminar,
agradezco públicamente a esa gran persona que es Jesús Candel, su esfuerzo
y tiempo dedicado a todos en esta cruzada contra las injusticias.
Me ha encantado el articulo
ResponderEliminarEn esta vida todo se paga cuando llega su tiempo. Cuando se hacen las cosas bien, la respuesta es positiva y satisfactoria para todos, (te lo pagan bien y te dan las gracias), pero cuando se hacen mal, se puede tener beneficios por un tiempo ya que las personas suelen dar más oportunidades o se escudan en que eso que concen es mejor que arriesgarse con algo diferente; en lo que no se piensa mientras va pasando el tiempo y las cosas, es que a lo mejor la cosa más tonta, hace reaccionar a esa parte del cerebro que está cansada de escuchar cuentos para mantenerlo dormido y decide convertirlos en fábulas y aprender de su enseñanza. La lucha ha empezado por “LA JUSTICIA POR LA SANIDAD” y debemos exigir “JUSTICIA” en general, porque es a lo que tenemos derecho. Somos muchas personas las que quieren esto y muchas que aún no saben que lo quieren. Con Jesús Candel fuera de las redes quizá se haya perdido difusión en las redes, pero sigue habiendo gente muy válida que tira del carro y al ser más diplomática que Jesús, no les será tan fácil quitárselas del medio.
ResponderEliminarSolo hay una cosa con la que no estoy de acuerdo con el artículo y es “cruzada contra las injusticias”. Hay mucha gente que no cree en la fuerza de la mente y las emociones o esos sentimientos tan fuertes que si pudieras te romperías el puño debido a la fuerza con lo que lo aprietas, pero esa fuerza existe y es tan fuerte como quiera cada uno; por eso, si luchamos con fuerza siempre debe ser “A FAVOR” y no en contra de... No en contra de la injusticia, sino a favor de la justicia, por sueldos dignos, enseñanza de calidad... Por eso el nombre de la asociacion “JUSTICIA POR LA SANIDAD” es perfecto y son esas palabras las que nos tienen que salir desde muy adentro en esta lucha. 💪
yo que no puedo leer lo del ordenador en el mismo me lo fotocopio asi lo leo tranquilamente , estaremos siempre a su lado y lucharemos junto al doctor jesus candel hasta las ultimas consecuencias, yeahhhhhh
ResponderEliminarImpersionante ,como siempre y un honor para nosotros la gran noticia de que seas tu la persona que tome el cargo de presidente de justicia por la sanidad ,un saludo
ResponderEliminarEspectacular,cómo cómo siempre...un orgullo y un honor que pases a presidir nuestra Asociación.
ResponderEliminarQue es lo que ha mejorado? Lo siento pero de mejoría nada de nada, han entrado en el poder gte viene del PP todos, si todos, un partido tan corruptos como el PSOE vergüenza siento
ResponderEliminarBravo Luis, contigo siempre. Y con el Dr. Candel. Hay mucho trabajo que hacer todavía
ResponderEliminarEnhorabuena el artículo no tiene desperdicio. Gracias por aceptar el cargo de presidente junto a un equipo estupendo. El pueblo Unido puede "mover placas tectonicas" y si no es empujando entre todos, será haciendo palanca y como punto de apoyo el pueblo. ;-)
ResponderEliminarEnhorabuena excelente articulo ojala tomen notas los políticos y jueces fiscales que sin ser corruptos miran para otro lado
ResponderEliminarEl enemigo de todos es la injusticia...
ResponderEliminarExcelente artículo de principio a fin
ResponderEliminarY seguimos avanzando!!! , gracias por vuestro esfuerzo en pos de la justicia
ResponderEliminarY seguimos avanzando!!! , gracias por vuestro esfuerzo en pos de la justicia
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