Artículo de Luis Escribano
Por la presente
me dirijo a usted públicamente en su calidad de presidente y portavoz del grupo
parlamentario de Ciudadanos en Andalucía, aunque igualmente pudiera dirigirse el
contenido de esta carta al resto de diputados que quedan en su grupo tras el abandono de una de las diputadas (María del Carmen Prieto) y, sólo en parte, a los
diputados de los partidos de IU-CA, Podemos y PSOE, por los motivos que iré
exponiendo a continuación.
Como bien sabe
usted, este 23 de marzo se sometió a votación mi posible comparecencia en la
Comisión de Presidencia y Administración Local del Parlamento andaluz, que fue
solicitada por el grupo del PP a raíz del artículo que se publicó el pasado 8
de diciembre de 2016 en El Demócrata Liberal, titulado “Mi
cese, una oportunidad para el Parlamento”, del que se hicieron eco
medios de comunicación como Libertad Digital, El Mundo y ABC de Sevilla.
Con dicha
comparecencia se me daba la oportunidad de detallar los verdaderos motivos por los que se me
había cesado del puesto que ocupaba como responsable del Servicio de
Cooperación Económica de la Dirección General de Administración Local. A esta unidad
de la Junta de Andalucía le corresponden funciones de gran trascendencia relacionadas
con el mundo local: coordinación del Plan
de Cooperación Municipal, con una cuantía cercana a 1.000 millones de euros; líneas de subvenciones regladas y excepcionales a municipios andaluces y
entidades sin ánimo de lucro, así como su vigilancia y control; retenciones a practicar de la PATRICA
de municipios, por deudas contraídas con las Mancomunidades y Consorcios, a
favor de estas últimas; informes de
viabilidad económica de entidades locales autónomas (ELAs) para su segregación como municipios;
elaboración de información de carácter
económico de situación de las entidades locales de Andalucía (datos
presupuestarios e información económica-financiera de entidades locales); etcétera.
Mi cese, como podía haber detallado en la comparecencia, no se debía a la alegada “pérdida de confianza” del Director General por un mal desempeño del
puesto de trabajo como responsable del Servicio. De hecho, el mismo Director
General ha valorado mi trabajo hasta el mismo día del cese, y en base a datos técnicos objetivos, con
la máxima puntuación posible, que
coincide con la del resto de funcionarios de libre designación de la Dirección
General, que no han sido cesados. Es evidente, por tanto, que el cese se ha
debido a otros motivos, relacionados en parte con hechos concretos ocurridos en
la citada Dirección General, que nada tienen que ver con la satisfacción del
interés general ni con el cumplimiento de la legalidad aplicable. En las
noticias publicadas en la prensa se mencionaban algunos casos.
Estos sucesos
son conocidos por el titular de la Consejería de la Presidencia y
Vicepresidente de la Junta de Andalucía, no sólo porque se lo denunciara
inmediatamente tras el cese, sino además porque el Gabinete Jurídico de la
Junta de Andalucía, adscrito a dicha Consejería, conoce desde el pasado mes de
febrero el contenido de la demanda que he presentado en el Juzgado de lo
Contencioso administrativo, donde se explica con detalle todo lo ocurrido. Es
decir, lo conocían desde semanas antes de la votación de mi posible comparecencia.
Sería muy interesante
que manifestara públicamente, Sr. Marín, si usted o alguien de su grupo ha
solicitado al Consejo de Gobierno en el Parlamento copias de las denuncias que presenté
dirigidas al Consejero y Vicepresidente de la Junta de Andalucía y a la
Consejería de Hacienda y Administración Pública, denuncias que ustedes saben
que existen desde diciembre de 2016, por las noticias y el artículo que escribí
y les hice llegar, o si han solicitado alguna otra información sobre el asunto.
¿No lo han hecho? Ya le adelanto que no, y le ahorro las manifestaciones. Con
su proceder queda demostrado que su interés y el de su grupo parlamentario por
las presuntas ilegalidades cometidas en la Consejería de la Presidencia ha sido
nulo.
Es obvio que al
Consejero de la Presidencia y Vicepresidente de la Junta de Andalucía no le
interesa que se conozcan los sucesos acontecidos, y menos aún en el Parlamento
de Andalucía, un foro en el que un servidor hubiera podido explicar con detalle
y transparencia asuntos que a aquél no le interesa que se hagan públicos, y de
los que no puedo hablar libremente, con una adecuada concreción, salvo en los
foros judicial y parlamentario, ambos de control del poder ejecutivo, dada mi
condición de funcionario público.
Su grupo
parlamentario, Sr. Marín, no sólo ha incumplido con su función de controlar al
ejecutivo, sino que ha vetado la posibilidad de que se hagan públicas las
presuntas ilegalidades cometidas en la Dirección General de Administración
Local y que ha ocultado el Vicepresidente de la Junta de Andalucía como Consejero
de la Presidencia, tras habérselo denunciado. ¿Qué gana con ello, Sr. Marín? ¿Acaso
tienen algo que perder? Yo puedo entender algunas de sus razones, que obviamente
me indignan: se vive muy bien de diputado en el Parlamento al que usted ha
llegado sin demostrar su capacidad y sus méritos, y poner en riesgo su sillón, junto a los
del resto de diputados de su grupo y los del séquito que vive actualmente de su grupo y del partido, por defender las libertades y derechos de los andaluces,
tiene para usted y el resto un coste que no están dispuestos a aceptar. Todo
vale con tal de no perder la mamandurria.
Para colmo de
males, ante el aluvión de declaraciones y noticias que criticaban la actuación
de su grupo parlamentario, han intentado justificar su postura con unos motivos
absurdos e insostenibles, como explicaré a continuación.
Ustedes alegan
que ningún interesado “particular” debe asistir al Parlamento por petición del
mismo. Caben dos objeciones evidentes: primera,
yo no he solicitado al Parlamento comparecer, como han hecho otras muchas
asociaciones y particulares, sino que ha sido el grupo parlamentario del PP
quien lo ha realizado en su labor de control
al ejecutivo, tal como tiene previsto el Reglamento de la Cámara, pues como
bien expliqué en mi artículo, mi cese se debía a actuaciones irregulares
acontecidas en la Consejería, no a temas particulares de un ciudadano; y segunda, ¿desde cuándo un funcionario
público que actúa en ejercicio de sus funciones dentro de una Administración
Pública y bajo las órdenes de un Director General es un “particular”? Ese
irracional argumento se cae por su propio peso. No está de más recordarle las
declaraciones de varios jefes de Servicios de la Junta de Andalucía efectuadas
en Comisiones de investigación en ese Parlamento, al que asistían no precisamente
por su condición de “particulares”.
Asimismo,
también ha alegado su grupo que sólo deben pedirse explicaciones a los máximos
responsables de las Consejerías, aunque el Reglamento de la Cámara haya previsto
también la comparecencia de funcionarios. ¡Qué cordura, Sr. Marín! ¡Preguntemos
al “presunto delincuente” por su “delito”, a ver si relata los hechos con el detalle
suficiente para poder condenarlo! Su concepto de la Justicia roza el ridículo:
no preguntemos al denunciante, sino sólo al denunciado, no vaya a ser que
tengamos que reprocharle su comportamiento... ¿Y usted se considera un digno candidato
a la Presidencia de la Junta de Andalucía? Sr. Marín, hay que tener poca
decencia para defender tan burdo argumento.
Y la última
justificación merece un galardón a la idiocia. Ante el revuelo montado en las
redes sociales y en los medios de comunicación, comunica su grupo que se
pondrán en contacto conmigo para tratar el asunto como a un “particular” más,
como si yo defendiera algún interés asociativo o privado. ¿De verdad cree que
tengo grabada en mi frente la expresión “soy un imbécil”?
Además, Sr. Marín, hablar
ahora, ¿para qué? El pasado 2 de marzo me puse en contacto con las diputadas de
su grupo Marta Bosquet y Marta Escrivá, a las que conocía por distintos motivos
(como conozco a varios diputados de todos los partidos de la Cámara), y les
remití un mensaje con la intención de que su grupo no pusiera impedimentos a mi
comparecencia, a fin de exponer en la Comisión de Presidencia y Administración
Local los motivos de mi cese como Jefe de Servicio, por oponerme a incumplir la
normativa y denunciar la corrupción. Asimismo, les solicité que se lo
comentaran a la diputada María Isabel Albás, que es la portavoz en dicha
Comisión.
Marta Bosquet ni
siquiera me contestó, y Marta Escrivá me respondió el mismo día que cuando
quisiera hablásemos, aunque tenía que esperar a la finalización de un Pleno que
tenía en el Parlamento. Al final del día me preguntó que si podía pasarle mi
número de teléfono a usted, Sr. Marín, para que contactara conmigo, porque
creía que era mejor que lo habláramos usted y yo directamente. A ello le
contesté que no había problema si la decisión de su grupo en la votación dependía
de usted, pues los ciudadanos se merecían conocer lo que pasó en la Dirección
General.
El pasado 10 de
marzo, ocho días después, como nadie se ponía en contacto conmigo, volví a
preguntarle a la única diputada interesada, y me preguntó si ya había hablado
con usted, a lo que le dije que no. Nunca recibí esa llamada, ni de usted ni de
ningún otro diputado de su grupo.
Lo razonable hubiera
sido hablar antes de la
votación sobre lo que iba a hacer su grupo, no después, aunque realmente no fuera siquiera necesario, porque ya conocían el
contenido de lo publicado en mi artículo y en la prensa. Pero, visto lo visto,
la racionalidad y la lucha contra la corrupción no es un punto fuerte de su
partido en Andalucía.
Quizá no conozca
que también me puse en contacto con Antonio
Maíllo, diputado del grupo de Izquierda Unida y coordinador de este partido
en Andalucía, al que conocí en su etapa como Director en la misma Dirección
General de Administración Local. A él también le solicité, como hice con
ustedes, que su grupo no pusiera trabas a mi comparecencia, así como que se
presentara como testigo en la vista oral del juicio contencioso administrativo,
para que simplemente manifestara si era cierto que el ex-Viceconsejero de
Presidencia, Antonio Lozano, siendo Susana Díaz la Consejera de
Presidencia, le llamó por teléfono cuando era Director General pidiendo mi cese
como Jefe de Servicio de la misma Dirección, al salir publicadas en el diario
El Mundo las noticias sobre cuatro denuncias que Eduardo Maestre y yo habíamos
presentado en la Fiscalía Superior del TSJA, en Granada, poniendo en
conocimiento de la misma graves irregularidades cometidas por altos cargos de
la Junta de Andalucía.
Habiendo sido
alto cargo en la Junta y ahora diputado del Parlamento que debe controlar las
acciones del ejecutivo, aún me resulta increíble la respuesta que Antonio
Maíllo me dio tras pensarlo unos días: no quería saber nada del tema. Como ya sabe
usted, IU-CA y Podemos hicieron mutis
por el foro cuando se votó mi posible comparecencia en el Parlamento.
Desde el pasado
día 24 de marzo, los diputados de su grupo, Marta Bosquet y Carlos
Hernández, están intentando ponerse en contacto conmigo para hablar del
asunto. Ahora pretenden ustedes justificarse ante los medios de comunicación y sus
votantes, y demostrar que están interesados en el tema. Pero yo no me voy a
prestar a su interesado y perverso juego. ¿Qué utilidad tiene hablar, a toro
pasado, con diputados de un partido que no
ha mostrado una mínima sensibilidad e interés por el asunto, vetando una
comparecencia en el Parlamento en la que podía haber relatado las irregularidades para
conocimiento de la Cámara y de todos los ciudadanos? ¡Si ni siquiera se han
preocupado de solicitar documentación sobre lo ocurrido a la Consejería
afectada!
Efectivamente, ninguno
de los grupos parlamentarios (Ciudadanos, IU-CA, Podemos y PSOE), han solicitado
información alguna sobre lo denunciado, ni han apoyado mi comparecencia. Eso
sí, ahora se ha difundido el bulo de que yo soy simpatizante del PP para
justificar la oposición a la comparecencia, aunque cualquiera que haya leído
mis artículos sabe lo que pienso del sistema actual de partidos. Además, ¿y si
lo hubiera sido? ¿Sería eso un motivo para no investigar las presuntas
ilegalidades? Pero ya sabe usted, Sr. Marín, que siempre se trata de “matar al mensajero” para tratar de ocultar la
verdad, o en este caso, como en otros muchos anteriores, “matar al denunciante”.
Por todo ello, le
ruego que no insistan ustedes en ponerse en contacto conmigo, pues no trataré en
privado el contenido de las denuncias. Soy funcionario de carrera, y todo lo
que tenga que relatar lo haré exclusivamente en la Comisión correspondiente del
Parlamento y en los Tribunales. Yo no tengo nada que ocultar; sin embargo, el
PSOE, al que usted ha apoyado, sí.
El partido que
usted dirige en Andalucía ha anunciado a bombo y platillo que es necesaria una
Ley que proteja a los funcionarios que denuncien casos de presunta corrupción.
Sin embargo, sus actuaciones sólo revelan interés por ocultarla. El veto a mi
comparecencia muestra de nuevo su gran contradicción e incongruencia con sus
propuestas.
Su grupo no hace
más que propagar que trabaja para mejorar la economía y el trabajo en
Andalucía, Sr. Marín. Sin embargo, la corrupción que su comportamiento alienta
solo trae miseria social y económica. ¿Cabe mayor irresponsabilidad e
incoherencia?
En la página web
de su partido aparece publicado lo que consideran los “valores” de Ciudadanos,
aprobados por la IV Asamblea General (Coslada, 05 de febrero de 2017). Entre
esos “valores” le destaco los siguientes:
“Reivindicamos una sociedad...donde los poderes públicos se dediquen a
garantizar las libertades y derechos de los ciudadanos mediante el cumplimiento de las leyes democráticas”.
“Es necesaria una nueva cultura política
basada en el respeto al adversario, el rechazo
a las actitudes políticas intolerantes y sectarias, así como el combate incesante contra la corrupción”.
“Ciudadanos
se compromete a actuar en política, tanto en las instituciones como en la
sociedad, conforme a los valores
expuestos en este ideario”.
Asimismo, en el
artículo 3.2 de los Estatutos de su partido se indica lo siguiente para los
grupos institucionales, entre los que se encuentra su grupo parlamentario: “Tanto en
su acción política como en su organización interna los grupos actuarán en todo caso dentro del respeto estricto a los
principios y valores de Cs...”.
Claro queda, a
la vista de sus actuaciones, que usted y el resto de diputados que quedan en su grupo no sólo incumplen
sus funciones como diputados, sino incluso los propios estatutos de su partido y esos
fulgurantes “valores” venidos a nada y salpicados con grandes manchas de
hipocresía y dobleces, digno de farsantes y bandidos disfrazados de políticos.
Los andaluces no nos merecemos sus torcidos comportamientos.
Si usted y el
resto de diputados que queda en su grupo tienen realmente interés en conocer las
irregularidades acontecidas en la Dirección General de Administración Local,
que constituyeron parte de los motivos de mi cese, ya saben lo que tienen que
hacer. No es necesario hablar sobre ello. Dejen de hablar y actúen. Sólo los
hechos demuestran las intenciones, no las palabras.
Atentamente, Luis Escribano
(funcionario
público de la Junta de Andalucía denunciante de desviación de poder, vulneración de derechos y
libertades fundamentales e incumplimiento de numerosos preceptos legales)
Hace mucho tiempo que vengo pensando que lo que necesita esta Sociedad no es tanto partido salvador, ni grandes políticos iluminados. Descubro ante mi estupor (la verdad es que no es tanto estupor, pero en fin.. es una manera de hablar), cómo ni los partidos "viejos" y ni los "nuevos" hacen nada por la corrupción y todos esos mantecados que les gusta comer a estos politiquillos, (cuando digo politiquillos es por que pienso, que habrán muchos ilustres personajes que haya trabajado y trabajen de verdad por los demás; pero desde luego el porcentaje es ni de la mitad, el resto son nuevos iluminados o trasnochados. Iluminados que engañan a la Sociedad -sobre todo a los jóvenes que andan muuuuuy confundidos y despistados, sobre todo a la gente que no han tenido la oportunidad o las ganas de poder refutar y contrastar opiniones, sobre todo a la gente que está desesperada y se agarra a cualquier iluminati -digo iluminati por no decir una verdadera palabrota que es lo que se merecerían-; sobre todo a gente, POBRE. Se aprovechan de su pobreza, de su desesperación, de su baja formación etc.., eso hablando de los iluminados; cuando no de los trasnochados que tergiversan la historia, la manipulan como ellos quieren, hablan de viejas historias super trasnochadas y perdedoras –siii, la república la perdimos por vuestra idiotez, por vuestra incapacidad, tuvimos que tragarnos mucha insidia-. por culpa de idiotas que no supieron ni escuchar, ni sopesar, ni negociar, ni hacer política.
ResponderEliminarHace tiempo vengo viendo que se necesita gente como este Jefe de Servicio que sea capaz de hablar en VOZ ALTA, para que EL QUE QUIERA lo oiga, y el que no, que siga viendo telenovelas.
La Junta de Andalucía, así como cualquier Administración, huele a podrido. Bastante podrido. Suerte que hay un motón de funcionarios (supongo que habrá que decir y funcionarias, ya que hasta los memos de los políticos nos han obligado a tener que hablar como verdaderos memos, pues si no, ya no soy ni demócrata, ni progresista, ni respetuoso con el sexo contrario, ni.. en fin.. ni lo que les de la ganas de decir), funcionarios y FUNCIONARIAS que trabajamos a pesar de los grandes jefes y grandes mentes pensantes. Si esto lo supera el ciudadano, cada vez que se acercaran a la Administración y vieran a un mileurista atendiéndoles, verían que estamos muchísimo más cerca de ellos que de las élites olímpicas (del Olimpo digo).
Necesitamos que la gente hable, y que denuncien, los contratos a dedo en la Administración sin pasar por ningún control, mientras la gran mayoría tiene que aprobar una oposición, la de Altos Cargos bien sentados en sus sillones y muy bien cobrados sin más función que la de tener amiguetes en buenos sitios (cómo me gustaría dar algún nombre) etcccccccc..
Necesitamos decirles a Podemos que hablan memeces y que son tanto como los que tanto atacan.
Necesitamos decirles a Ciudadanos que prometieron el oro y el moro, y todo se queda en naaaada.
Necesitamos decirles a IU que la república no es solo de izquierdas.
Necesitamos decirles a los nacionalistas que nunca jamás, nuuunca, hemos vivido mejor cotas de bienestar, nunca, que cuando hemos estado juntos. Podríamos volver a la Europa de los 1300 países, pero por que no también a la de los tartesos? Si es por decir idioteces. Basta ya de idioteces.
Debemos decirle al PSOE y al PP que nos hemos cansado de su Pim pom pim pom pim pom
Debemos decirles….,….. o lo hacéis bien o os mandamos a la p… calle.
Sin revoluciones, sin gritos, sin puños en altos, sin idiotecesssss. Sencillamente… no les voto y punto.
Me ha gustado saber de tu carta, y perdón por mi catarata. Saludos
Enhorabuena por su escrito. Es para quitarse el sombrero. Un saludo.
EliminarEnorme! Enhorabuena!
EliminarCuándo tendremos políticos que sirvan a la sociedad? Mi apoyo a este valiente.
ResponderEliminarTu caso muestra un retrato de lo que es la situación del sistema de partidos en Andalucía. De Despeñaperros para arriba quizá sea diferente, pero aquí nos someten a tal falta de esperanza en la regeneración del sistema que pone en riesgo la supervivencia de la democracia en sí. Cuando salga un Trump o una Le Pen nos llamarán a filas y,entonces, habrá que ver si hay alguien dispuesto a sacrificarse por mantener esta mamandurria
ResponderEliminarhttp://defiendomiderecho.blogspot.com.es/2017/03/maxima-difusion-luis-escribano-carta.html
ResponderEliminarMagnífico Luis. Tenemos que seguir así, tienes todo nuestro apoyo
ResponderEliminarEn definitiva hay un grupo político más... dispuesto a entrar en el juego de robar la dignidad a los ciudadanos y lo que no es dignidad. Espero que algún día todo esto se vuelva en su contra y paguen justamente todo el mal que están causando a la sociedad. Para empezar esto hay que difundirlo y quitarle la imagen "benévola" (cada vez menos) que Cs tiene para el votante. Sólo quieren lo que les interesa... que es un trozo del pastel de este sistema que tan fácil se lo pone a personajes tan despreciables como este; de tan poca integridad, alérgicos a la valentía y obsesionados por presidir desde la cúspide este sistema de estafa piramidal donde los ciudadanos siempre estaremos abajo y que no es otro que este sistema, que POR AHORA estamos aguantando y sosteniendo con nuestro esfuerzo y el futuro de nuestros hijos.
ResponderEliminarVuestro futuro está frente al juez y el del país nos pertenece a nosotros.
Realmente incomprensible lo que está pasando en Andalucía con C´s. Este partido, si no cambia ya, va a desaparecer en las próximas elecciones, máxime contando que entre su nicho de votantes está(ba) precisamente el funcionariado andaluz profesional (osea, el no agradecido).
ResponderEliminarLas calles de la administración pública andaluza están azotadas por delincuentes político-burocráticos que organizados "en el régimen" perpetran sus fechorías ante la pasividad de los andaluces y de ese escenario surgen voces como la tuya, que son una bocanada de decencia y determinación para cambiar lo que esta mal, reformar lo mejorable y regenerar lo viciado.
ResponderEliminarDecirte que no estas solo, que te seguimos y de la necesidad de conectarnos para organizar la resistencia a este abuso demoledor, que nos aniquila.