C's se ríe de los andaluces

Artículo de Luis Escribano

• Cuando un cargo público rehúye el debate con los ciudadanos, deja de ser político para ser lamentable.
• C's tiene una posición de fuerza en Andalucía que no utiliza en beneficio de los andaluces.
• El alcalde de C's del municipio de Espartinas (Sevilla), está denunciado en un Juzgado.
• La incoherencia y el cinismo político que ha demostrado C's en su acuerdo con el PSOE en Andalucía es evidente.
• Cuando terminó el diputado su intervención, sólo faltó que le hubiera dado un beso a la Consejera de Hacienda.
• Este diario invita a C's a debatir públicamente sobre sus acciones y propuestas en Andalucía.

Nos vamos acercando a las elecciones generales, y los medios de comunicación y las redes sociales se van calentando con cruces de declaraciones de los dirigentes políticos, periodistas y comentarios de ciudadanos interesados. Aunque exentas en demasiados medios del rigor imprescindible, del necesario orden y de la educación indispensable de los participantes para que no se conviertan en patios de vecinos, las tertulias radiofónicas y televisivas se van incorporando en la vida diaria de muchos hogares españoles, preocupados por la situación política y social de nuestro país.

Alguien hace un comentario negativo sobre un partido político, y al instante los militantes o simpatizantes del resto de partidos se le echan encima con sus respuestas. Algunas son respetuosas; otras, insultantes. Las hay bien fundamentadas, entrando a debatir con el contrincante; pero muchas otras son respuestas vacías, sin contenido. Y otros, directamente bloquean.

Hoy me centraré en un partido concreto, uno de los de nuevo cuño, pero con discurso ya conocido, una mezcla de UCD y PSOE andaluz en sus inicios, y que parece haber deslumbrado a muchos españoles, especialmente los que están hartos del bipartidismo PP-PSOE. Sí, me refiero a Ciudadanos, el partido que en Andalucía está apoyando incondicionalmente al PSOE, el partido del Régimen y la corrupción, del paro y el fracaso escolar, el de las deudas que nos comen, el de la politizada y desabastecida Sanidad, la de las largas listas de espera; en definitiva, apoyando al partido de la ruina y la pobreza que asola Andalucía sin signos de mejora alguna.

Recordemos que Ciudadanos en Andalucía es un partido que se generó de la noche a la mañana, a fin de poder presentarse a las últimas elecciones autonómicas del pasado 22 de marzo. Y esto ocurrió sin tener ningún proyecto definido para la región. Es decir, para que nos entendamos, se creó a prisa y corriendo una “empresa” sin saber qué producto o servicio iba a fabricar o vender, a la que fueron llenando de contenido sobre la marcha. Fue un ejemplo de cómo nunca debe diseñarse y ejecutarse un proyecto, sea político o de cualquier otra índole.

Y sigue siéndolo. El partido se presentó a las elecciones sin estructura alguna, sin proyecto definido, sin líder, porque es obvio que Juan Marín podrá ser muchas cosas, pero no precisamente un líder que mueva a las masas. No obstante, el tirón de Albert Rivera, cuyo liderazgo es incuestionable a pesar de vender demasiado humo, fue suficiente para obtener 9 escaños en el Parlamento de Andalucía. Desde entonces, hemos pasado el calor del verano y las primeras lluvias de otoño, y tras hacer el seguimiento a los mismos, he concluido que los diputados del Parlamento andaluz están más perdidos que un vendedor de frigoríficos en el Polo Norte. Una de sus últimas e increíbles actuaciones ha sido apoyar el proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno del PSOE andaluz en el Parlamento ¡sin conocerlo en profundidad!, como ha sido reconocido y han demostrado en algunas Comisiones del mismo. Ahí están los diarios de sesiones para quienes quieran leerlo.

El PSOE andaluz va a machacar a Ciudadanos en poco tiempo si Albert Rivera no se espabila, y con urgencia.

En estas últimas semanas he hecho un seguimiento a Ciudadanos en Andalucía para analizar si realmente están haciendo oposición, tal y como manifestaron que harían desde que apoyaron a Susana Díaz como Presidenta de la Junta de Andalucía, justificando de esta manera no haber entrado en el Gobierno del PSOE, como hicieron PA e IU-CA en sus haraquiris políticos.

Tengan ustedes en cuenta que Ciudadanos tiene una posición de fuerza en Andalucía que no tiene ningún otro partido: puede presionar al PSOE tanto como quiera, y si este no se aviene a sus exigencias, le quitaría su apoyo en todo. Y les pregunto a ustedes: ¿Ha hecho uso Ciudadanos de esa posición privilegiada para forzar el cambio que Andalucía necesita? No es una pregunta irónica, más bien diría retórica, porque la respuesta ya la tenía: ¡¡nada, no ha hecho nada!!

Para empezar, esta semana se veía el partido de Ciudadanos salpicado por la corrupción con esta noticia: denuncia interpuesta en el Juzgado de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) contra el alcalde Espartinas (Sevilla) por prevaricación, en un tema que es vergonzoso. Se trata de contrataciones de personas que están en riesgo de exclusión social, en donde hubo presuntas manipulaciones en la baremación efectuada, y que una mujer afectada tuvo que denunciar porque el alcalde no rectificaba. ¿Ha dimitido ya el alcalde? De momento, dos concejales ya dejaron su acta por diferencias con el susodicho. Y este es el partido de la regeneración democrática…no he escuchado todavía a ningún dirigente de Ciudadanos pidiendo explicaciones de lo ocurrido y actuando urgentemente.

Desde el acuerdo inicial con el PSOE andaluz (los 70 y tantos puntos), no ha habido un solo movimiento que no esté cargado de incoherencia y cinismo político. Del PSOE andaluz puede esperarse eso y empeorarlo aún más, pero de un partido que se vende así mismo como el cambio que necesita Andalucía, es demasiado retorcido. Podrán engañar a muchos de los indignados con el PSOE, PP y resto de partidos, que le dieron su voto a Ciudadanos en anteriores comicios electorales desconociendo los entresijos de la política y el funcionamiento de las Administraciones; pero a personas como un servidor…¡¡oiga, no!! A mí, particularmente, me hierve la sangre cuando se ríen en mi cara tan cínicamente, como también hace el PSOE.

"Ciudadanos ha conseguido que el PSOE asuma sus medidas de regeneración democrática, reactivación económica y cohesión social en Andalucía”, fueron las primeras palabras de Juan Marín, el representante autonómico de Ciudadanos, sobre el acuerdo que suscribió su formación para la investidura de Susana Díaz. La firma de ese documento lleno de “buenismos insustanciales” de nula eficacia, supuso la primera puñalada trasera de Ciudadanos a los andaluces. El contenido de ese documento es un brindis al sol, lleno de intenciones que rozan el ridículo, y que no soportaría una mínima comparación con el firmado con el PP en la Comunidad de Madrid. Por ponerles algún ejemplo, comparen ustedes estas medidas:

1) Acuerdo en Madrid, Punto 5. “Realización de una auditoría económica externa de los últimos 8 años de Gobierno de la Comunidad de Madrid y de una auditoría funcional y de procesos relativa al último ejercicio (2014):

a) La supervisión de ambas auditorías dependerá de una Comisión nombrada ad hoc por la Asamblea de Madrid al inicio del primer periodo de sesiones.

b) El plazo para realizar la auditoría finalizará en junio de 2016 y los resultados deberán estar disponibles en la página web de la Comunidad de Madrid (www.madrid.org)”

Acuerdo en Andalucía, Punto 19 del apartado de regeneración democrática: “Avanzar en la eficiencia y control de los fondos públicos que se destinan a ayudas de todo tipo mediante la aprobación de una ley andaluza de subvenciones”.

2) Acuerdo de Madrid, Punto 45. Reducción de la estructura administrativa y eliminación de al menos el 25% de organismos públicos.

Acuerdo en Andalucía, Punto 22. …Reducción al mínimo del número de entes públicos y números de cargos directivos de las mismas. Se harán públicos los cargos directivos de estas empresas y las remuneraciones de los mismos.

3) Acuerdo de Madrid, Punto 46. Creación de un Cuerpo profesional de Interventores de la Comunidad de Madrid.

Acuerdo en Andalucía: ¿?? (no se ha previsto nada, aunque en la Junta de Andalucía no existe dicho Cuerpo de Interventores, que precisamente son los que fiscalizan los gastos de la Junta de Andalucía).

Es tan evidente la incoherencia y el cinismo político que ha demostrado Ciudadanos con su acuerdo en Andalucía, que no necesita ni comentarios.

Pero sigamos. Hace poco, Ciudadanos difundía en las redes sociales y en los medios de comunicación el “logro” siguiente: “Ciudadanos consigue que el Parlamento de Andalucía apruebe su iniciativa para poder reformar la RTVA. Ciudadanos propone reducir a la mitad el Consejo de Administración de la Radio y Televisión de Andalucía y trabajar porque sea un servicio despolitizado, más plural, con una gestión más eficiente, y que represente mejor la realidad actual de los andaluces….APROBADO.”

Aunque no se decía en la publicidad -a fin de que los ciudadanos sin conocimientos políticos se traguen esta farsa-, se trataba simplemente de una moción del Grupo parlamentario de Ciudadanos (10-15/M-000003, Moción relativa a la Radio y Televisión Pública en Andalucía), disponible en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía de 19 de octubre de 2015, página 21. Con dicha moción simplemente se insta al Gobierno andaluz a que adopte ciertas medidas. Obviamente, como sabemos todos, el PSOE lo tirará a la papelera, como siempre ha hecho con las recomendaciones de la Cámara de Cuentas, cuyo cumplimiento reitera en sus Informes.

La pregunta obligada es: ¿por qué Ciudadanos no presenta un proyecto de Ley que contemple todas esas medidas sobre la RTVA, obligando al PSOE andaluz a aprobarla? ¿A quién pretenden engañar con tanto marketing?

Y por cierto, hablando de Canal Sur, ¿por qué Ciudadanos no obliga al PSOE a cambiar la parrilla de los programas para elevar su calidad, o a que haya tertulias televisivas entre todos los políticos andaluces, invitando a ciudadanos y periodistas de todos los medios a debatir abiertamente? Desde su posición de fuerza podría hacerlo, pero una vez más su inacción demuestra su cinismo e incoherencia con la regeneración democrática que venden como trileros. Cada vez se mimetizan más con los políticos del PSOE-A, y eso, acabarán pagándolo más pronto que tarde.

Ayer 30 de octubre, el Grupo parlamentario de Ciudadanos en Andalucía, a través de su portavoz Sergio Romero, ha manifestado que votarán a favor de la proposición de ley anunciada por el Grupo Socialista para la modificación de la Ley de Ordenación de la Función Pública de la Junta de Andalucía, después de que el Pleno de la Cámara autonómica rechazara en septiembre convalidar el decreto que el Gobierno remitió y por el que se reconoce a los funcionarios de la administración autonómica los servicios previos como personal interino para computar la antigüedad en los concursos de traslado y promoción interna. (Noticia de Europa Press).

Sin embargo, Ciudadanos no manifiesta la necesidad de que dicha Ley se adapte al Estatuto Básico de los Empleados Públicos aprobado mediante Ley Orgánica en 2007, aprobada hace 8 años, la cual exigía dicha adaptación. Pero el colmo, y es lo más grave, es que aprobaron, en el Acuerdo que firmaron para la investidura de Susana Díaz el PSOE y Ciudadanos, una medida que debería incorporarse a ese proyecto de Ley: “Punto 23. Limitación de los cargos de libre designación a nivel 30: subdirector general. A Todos los puestos por debajo de ese nivel se accederá mediante oposición pública y transparente”.  Sin embargo, Ciudadanos no obliga al PSOE a introducirlo en la modificación de la Ley. ¿Por qué? ¿Qué explicación pueden ofrecer para no exigir el cumplimiento de lo que firman y venden a los andaluces?

Les adelanto que se ha denunciado públicamente -por funcionarios- dicho incumplimiento del PSOE y Ciudadanos, aún habiéndose solicitado por escrito a Susana Díaz (que no ha contestado), incumplimiento que se va a trasladar a un Tribunal de Justicia. Como los políticos de Ciudadanos no cumplen sus propios compromisos, tienen que actuar ciudadanos anónimos. Una bofetada en toda regla ante su indolencia e incoherencias.

Los defensores de Ciudadanos en Twitter.

Hace unos días discutía en Twitter con un militante o simpatizante de Ciudadanos de Andalucía. Él tenía muy claro que si el PSOE-A no cumplía el pacto C’s  presentaría una moción de censura contra Susana Díaz (argumento que han utilizado muchos en el partido), hasta que le aclaré que eso era imposible, porque el Reglamento del Parlamento exige un cuarto de los diputados (28 diputados). O la moción de censura la presenta el PP (33 diputados) o tiene que presentarla junto a Podemos e IU (29 diputados). En ese momento, el acérrimo defensor se desinfló. Al menos no me bloqueó como han hecho otros muchos políticos de Ciudadanos, como Juan Carlos Girauta, que debe tener alergia a los ciudadanos que fundamentamos las incoherencias del partido que representa. Cuando un cargo público rehúye el debate con los ciudadanos, deja de ser político para ser lamentable.

Escuchaba el martes pasado a Fernando de Páramo, de Ciudadanos, en una entrevista en la radio que le hacía el periodista Dieter Brandau, y le tuvo que repetir la misma pregunta tres veces, porque eludía la respuesta. Le preguntaba por qué ese trato diferenciado en Madrid y Andalucía, y siempre acababa vendiendo lo mismo: que estaban consiguiendo milagros en las dos Comunidades, sin responder a la cuestión. Pero cuando se puso a hablar de lo que hacía Ciudadanos en Andalucía, no pude contenerme y publiqué varios tuits dirigidos al programa. En uno de ellos manifestaba que “Podrá engañar a quienes no saben, pero C’s debería dejar de reírse de los que sabemos”, y en otro tuit decía “Es mentira lo que está diciendo Fernando de Páramo de Andalucía. No soportaría un cara a cara conmigo”.

Al instante salieron defensores de Ciudadanos: uno, escondido tras un avatar, muy típicos en los tuiteros que se dedican a decir tonterías sin fundamento alguno, ocultos en el anonimato. El otro, un concejal del municipio de Sitges (Barcelona), que tiró la piedra y escondió la mano rápidamente, bloqueándome. Esto fue lo que dijo antes de bloquearme: “De los que sabemos, dice?...Lecciones las justas! Saludos!”, y me bloqueó. Sin saberlo, le invité en mi siguiente tuit a que argumentara sobre actuaciones de Ciudadanos en Andalucía, y que los míos estaban en este diario escritos. ¡Ingenuo de mí! Nunca contestan con argumentos, siempre con evasivas y rehuyendo el debate. Y es que saben que lo tienen perdido.

Ciudadanos y la Administración paralela de la Junta de Andalucía.

Entre otros puntos que han provocado mi indignación con el partido de la “regeneración”, ha sido leer en el Diario de Sesiones del Parlamento la comparecencia del representante de Ciudadanos en relación con la Administración paralela de la Junta. Decir lo que dijo, y no decir nada, tienen el mismo efecto. Con todo el sistema corrupto que sufrimos en Andalucía, ese discurso de perfil ínfimo constituye un insulto a los andaluces.

Sólo habló de “objetivos generales”, por llamarlo de alguna manera, y no indicó ni una sola medida a materializar, ni el instrumento que Ciudadanos utilizará para hacer efectivos los objetivos. Por no decir, ni siquiera ha mencionado la lucha que los funcionarios llevamos a cuestas más de cinco años, pagando de nuestros bolsillos los recursos judiciales. Y por supuesto, no hizo ni una sola crítica a la falta de ese documento que prometió Susana Díaz sobre las conclusiones del grupo de expertos para la reestructuración del sector público andaluz y sus efectos sobre el conjunto de la economía de la comunidad, cuando la Consejera eludió claramente en su comparecencia informar sobre ello. Y si ello es grave, no les digo cuando el diputado de Ciudadanos se atrevió a hablar de la “equiparación de condiciones salariales de los empleados públicos de las agencias”. Fue el colmo de la desdicha.

Si al final no quieren despedir a nadie de la administración paralela, ¿se ha exigido ya la convocatoria pública de esas 25.000 o más plazas de las agencias, fundaciones, etc., para que cualquier andaluz pueda presentarse a unas oposiciones, en igualdad de condiciones con los que actualmente ocupan dichos puestos? ¿Nada que decir al respecto, Ciudadanos? ¡¡Qué tragaderas tenéis!!

Es indigno ver como estos políticos mediocres se ríen de los andaluces impunemente. Les he dejado como anexo las dos intervenciones que realizó el diputado de Ciudadanos tras la comparecencia de la Consejera de Hacienda y Administración Pública. Seguramente cuando lo lean terminarán pensando lo mismo que yo: sólo faltó que le hubiera dado un beso a la Consejera cuando bajó del estrado, y que después se fueran juntos a tomarse unas copas para celebrar semejante aberración. Y ojo a navegantes: las intervenciones de los diputados de los demás partidos dejaban tanto o más que desear en este tema concreto.

Como decía al inicio, se acercan las elecciones generales, y muchos andaluces que simpatizan con este partido me revelan su creencia de que cuando echen la papeleta de Ciudadanos en la urna estarán votando a su incuestionado líder, Albert Rivera, cuando deberían saber que a quienes votan en cada provincia son a una serie de personas puestas a dedo por el partido, sin que sus militantes tengan la mínima oportunidad de postularse si no eres de los elegidos por la cúpula catalana. Y si no se lo creen, pregunten a Eduardo Maestre, cofundador y colaborador de este diario, qué le ocurrió cuando el coordinador de Andalucía le propuso como representante de Ciudadanos en Cádiz, y desde Barcelona abortaron la propuesta sin motivación cierta. O a esos muchos militantes de Ciudadanos que han salido huyendo del partido cuando han vivido la falta de democracia interna.

Es cierto que esto también pasa con los demás partidos andaluces del Parlamento –PSOE, PP, IU y Podemos-, pero que el partido que vende a todas horas la “regeneración democrática” inicie sus andaduras en Andalucía de esa misma manera, ya dice mucho de lo que hay en el partido.

Un reto para el partido de Ciudadanos.

Todo lo manifestado en este artículo, y mucho más, puede argumentarse y demostrarse con detalle públicamente. Por ello, desde estas páginas ofrezco la oportunidad a cualquiera de los representantes políticos de Ciudadanos, o a varios, incluida la plana mayor de Cataluña, a grabar en directo con cámaras de vídeo, una tertulia-debate sobre Andalucía con un servidor y con los colaboradores de este diario que deseen participar, sometiéndose abiertamente a las preguntas que les podamos hacer sobre las actuaciones y propuestas de Ciudadanos en Andalucía, ofreciéndoles la oportunidad de rebatir públicamente cualquier planteamiento que les pudiéramos hacer. Y si no les gusta este formato, también aceptaría un cara a cara de cualquier político de Ciudadanos con un servidor. Dicha tertulia o debate se publicaría íntegramente en nuestro canal de youtube y en este diario sin retocar, como coloquialmente se dice, “en bruto”.

Es una oportunidad única de demostrar a los ciudadanos andaluces que pueden convencer con razones y con hechos incuestionables. Por nuestra parte no hay temor alguno, estamos preparados. ¿Se atreven ustedes?

ANEXO

DIARIO DE SESIONES DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

(Nº 61, de 1/10/2015)

10-15/APC-000157, 10-15/APC-000158, 10-15/APC-000378 y 10-15/APC-000432. Comparecencias de la consejera de Hacienda y Administración Pública, a fin de informar sobre las conclusiones del grupo de expertos para la reestructuración del sector público andaluz y sus efectos sobre el conjunto de la economía de la comunidad.

1ª Intervención del señor Hernández White

—Gracias, señora presidenta. Gracias, señora consejera.

La administración pública en Andalucía evidentemente tiene que funcionar de forma directa y resolver las demandas de los ciudadanos. Es un mandato de los ciudadanos la transparencia, la transparencia necesaria en la Administración pública es un mandato de los ciudadanos que todos, todos debemos cumplir y en todas las administraciones. Sabemos que en algunos casos no es así, como también usted ha comentado.

A diario los ciudadanos cuando acuden a la administración pública para realizar gestiones, para cualquier asunto se encuentran con problemas. Con problemas como excesivos trámites burocráticos, como duplicidad entre distintas administraciones, como retrasos en los pagos de servicios básicos y esenciales, retrasos de incluso años. Se encuentran también los ciudadanos cuando acuden a la Administración con recortes, en muchos casos, de servicios esenciales. Es necesario —y así nos lo reclaman a todos— poner luz y taquígrafos en la gestión de toda la Administración pública. Es necesario conocer cuáles son sus procesos internos, sus funciones; los presupuestos, los procesos de selección de personal.

La transparencia debe..., debe estar en toda la Administración, a todos los niveles, pero especialmente en aquellos entes que se rigen más por Derecho privado que por Derecho administrativo, y se debe eliminar cualquier sombra de sospecha acerca de su gestión. Es cierto..., es cierto que se ha avanzado mucho en transparencia, pero es necesario mucho más.

Los ciudadanos demandan —nos demandan a sus representantes— conocer la utilidad de numerosos entes públicos y empresas públicas, y se debe explicar..., a los ciudadanos se les debe explicar, para que lo conozcan y para eliminar dudas acerca de su utilidad.

Es necesario un ejercicio de transparencia y de pedagogía —por qué no decirlo— de lo que es la Administración pública, y es necesario realizar este ejercicio para recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones.

Es necesario que tengamos una administración más eficiente, más ágil, más participativa, y más próxima a la ciudadanía; una administración donde se corrijan las duplicidades, los solapamientos y los gastos innecesarios; debemos racionalizar las estructuras administrativas para que aporten valor a la economía y tengan, o tengan, un carácter..., un claro carácter social.

Las administraciones deben estar para resolver los problemas de los ciudadanos, eso es..., ese es un objetivo clarísimo. Pero esta premisa debe de estar presente siempre: hay que demostrar a los ciudadanos cada euro que se gasta en la administración, en cualquier administración, sea del color que sea.

La sociedad andaluza demanda —y la española también—, de una forma clamorosa, que las estructuras de todas las administraciones se adecuen a las verdaderas necesidades de los ciudadanos.

La reducción de los gastos superfluos debe ser una constante en la gestión pública, pero hay que diferenciar muy claramente lo que son gastos superfluos, de los que no son gastos superfluos.

Aquellos relacionados con gasto social, como sanidad, educación, servicios sociales, empleo..., que no olvidemos que debe ser la prioridad de los poderes públicos; todas las herramientas relacionadas con el empleo y con el Servicio Andaluz de Empleo deben utilizarse con todos..., con los máximos recursos disponibles, porque es, actualmente, la primera de nuestras prioridades.

En resumen, es necesario —bajo nuestro punto de vista— una reingeniería total de procesos en la llamada administración paralela, y en la administración, en general.

Haciendo un símil con el cuerpo humano, es necesario realizar un chequeo completo de nuestro organismo para que funcione correctamente, para que funcione perfectamente, y que los recursos públicos lleguen a donde tienen que llegar, que es a los ciudadanos.

Nada más y muchas gracias.

2ª Intervención del señor Hernández White

—Gracias, señora presidenta.

Bueno, pues nada más. Por concluir, voy a ser muy breve. Celebramos que desde el Gobierno andaluz se trabaje en eliminar duplicidades y en reducir entes, como ha comentado la señora consejera. Incidimos nuevamente en la necesidad de transparencia y de mostrar a los ciudadanos cuál es el funcionamiento de la administración pública, y para qué sirve cada uno de los entes.

Otro asunto muy importante es la equiparación de condiciones salariales de los empleados públicos de las agencias, para que no exista tanta disparidad. Porque al final produce insatisfacción muchas veces de colectivos.

Y en general una armonización de los entes públicos de forma que en la administración pública eliminemos la grasa y nos quedemos con el músculo, con lo que realmente es necesario para prestar los servicios públicos a los ciudadanos.

Nada más. Muchas gracias, señora presidenta.