Artículo de Luis Escribano
Faltan tres días para decidir qué partidos políticos tendrán presencia en el Parlamento andaluz en la X Legislatura. Puede ser una simple coincidencia o casualidad que sea una "X" la letra que marque la siguiente Legislatura, o quizás no. Es la incógnita de la ecuación electoral, que tras el recuento de las papeletas la noche del domingo 22 quedará despejada y la ecuación definitivamente resuelta en el Parlamento, no en el Gobierno. Y quizá sea otra coincidencia que ese día sea mi cumpleaños. ¿Qué regalo me harán los electores andaluces?
En mi anterior artículo razoné por qué no iba a votar a cuatro de los partidos que se presentan a estas elecciones autonómicas: PP, PSOE, IU y Podemos. Quedaba por analizar otros partidos que se presentan a estas elecciones con alguna posibilidad de obtener algún escaño, y que se centran especialmente en UPyD, Ciudadanos, Vox y PA. Los demás partidos prácticamente no entran siquiera en las encuestas.
Sin embargo, antes de iniciar el análisis, no puedo dejar pasar la oportunidad de comentarles dos temas de importancia.
El primero se refiere al “debate-monólogos” televisado en RTVE, donde los candidatos del PP, PSOE e IU ratificaron lo que pienso de dichos partidos. Pero lo más significativo, con mucha diferencia, fueron las intervenciones de la candidata socialista, Susana Díaz. Debo confesarles que si mal concepto tenía del PSOE andaluz, artífice de la ruina de Andalucía, ahora es aún mucho peor. Si los afiliados a ese partido tuvieran un poco de inteligencia, jamás dejarían que Susana fuera candidata, interina en la Presidencia de la Junta o General Secretaria en el PSOE-A.
Sí, lo he dicho bien, no me he equivocado en el último cargo. En ese debate, más que una Secretaria de partido parecía una General del ejército socialista andaluz al mando del debate, hasta el punto de anular a la moderadora del mismo. La General Díaz ordenaba callar a sus oponentes o les daba la palabra, con las actitudes caciquiles que ella tanto critica en sus soliloquios.
Viendo estas imágenes me vino a la “memoria histórica” las figuras de Perón, Fidel Castro, Hugo Chávez… a cual peor. ¡No me extraña que la llamen la “Killer” dentro del PSOE-A! Algunas fuentes del partido me relatan que cuando llama personalmente a alguien del partido para ordenar, manu militari, alguna actuación, nadie se atreve a decir que no, porque inmediatamente lo cesa del cargo que ocupa o lo ningunea en el partido. Todos le contestan que sí, aunque luego hagan otra cosa. Desde luego, el terror o miedo que infunde, aparte de su mala educación, lo dejó patente en el debate con sus actitudes y gestos dictatoriales.
No soy psicólogo, pero mi intuición me dice que una persona que está siempre a la defensiva y reacciona de esa manera tan radical, no tiene la conciencia tranquila. Algo oscuro hay detrás, no falla. Y ella demostró en el debate esos tics del típico tirano que no deja que nadie le contradiga. ¡Qué acierto tuvo mi querido Eduardo Maestre titulando uno de sus vídeos Tirana Díaz! Con este debate –ya hubo indicios en el primero- queda demostrado que Susana ya no es rival para Pedro Sánchez en el PSOE.
El segundo tema que quería comentarles se relaciona con los nervios que hay dentro del PSOE-A ante las elecciones del domingo 22. Aunque las encuestas que se están publicando en los medios de comunicación le otorga a este partido una ventaja enorme, a pesar de la gran incertidumbre existente provocada por ese 40 % de indecisos, hay encuestas internas del partido que les dan menos de 38 diputados de los 109 que tiene el Parlamento andaluz. Por ello, el partido no ha querido contratar, como ha hecho en otras ocasiones, el hotel donde suelen celebrar los resultados de las elecciones, citando a sus allegados en la sede de la calle San Vicente de Sevilla. Según como sea el resultado, se trasladarían o no a dicho hotel. Ya está todo hablado y decidido en ese sentido.
Hay otro dato significativo. Cuando uno escucha a muchos de los que históricamente han votado al PSOE-A, uno descubre que están hartos de los dirigentes del mismo, donde la mediocridad es lo que abunda en los cargos públicos que ocupan, tanto en las Administraciones como en el partido, marginando cualquier persona que pudiera tener simplemente criterio o sensatez. Y coinciden casi todos en no votar al PSOE-A para castigar precisamente a Susana Díaz, que nada aporta para una más que necesaria transformación del partido, por simple supervivencia.
Pero volvamos a la senda del análisis de los partidos políticos que mencionaba anteriormente. Tengo claro que jamás votaría un partido que expresara dudas en cuanto a posibles pactos con el corrupto PSOE-A tras las elecciones. ¿Por qué? ¿Acaso no se dan cuenta de que es imposible pactar con el pútrido PSOE-A y no salir magullado y marcado para siempre? Ahí tenemos dos claros ejemplos: el PA e IU. Los hechizaron con dádivas (Consejerías), y acabaron en la indigencia. Cualquiera que conozca al infecto PSOE-A por dentro sabe que probar esa opción es firmar su sentencia de muerte.
Obviamente, el PA ya no es opción. Demostró con su histórica decisión errática que le importaba más un sillón que higienizar la Comunidad andaluza, y están más pendientes de peleas internas y del transfuguismo que de la ciudadanía. Para mí, y eso que les voté en una ocasión, han dejado de existir como opción.
El partido Ciudadanos está jugando a ese juego del sí, pero no, quizá sí, pero quizá no. Esa falta de claridad, de contundencia sobre posibles pactos con el corrupto PSOE-A, así como las respuestas dadas por su candidato, Juan Marín, a las cuestiones que en distintos medios han planteado periodistas y ciudadanos, lo han descartado como posible opción, a pesar de que algunas de las propuestas del partido me parecen interesantes. Además, el candidato elegido no da la talla que yo exijo para entrar en el Parlamento y poder presentarse de candidato a Presidente de Andalucía. Marín no es claro en su discurso, y revela demasiadas lagunas respecto al conocimiento del sistema político-administrativo y de las políticas públicas. Si a todo ello añadimos lo que personalmente viví con mi amigo Eduardo, la reacción de miembros del partido en Cataluña cuando le propusieron que formara parte de una posible candidatura en la provincia de Cádiz miembros del partido en Andalucía (que es público porque él lo relató en uno de sus vídeos publicados en este diario), más razones tengo para descartarlo. No me gustaron ni las formas ni el trasfondo del asunto.
Por otro lado, Vox es un partido que nace como reacción a las políticas socialdemócratas del PP nacional, y también tiene algunas propuestas interesantes. Sin embargo, veo al partido muy verde, y algunas de sus propuestas no me convencen. Ya veremos con el tiempo a donde pretenden llegar.
Por último, me queda UPyD. La vida me ha enseñado, y así se lo he explicado a mis hijos cuando he tenido ocasión, que el esfuerzo siempre acaba siendo recompensado de alguna u otra manera, no necesariamente con el premio que más nos agradaría, pero al que hay que valorar cuando la vida nos lo ofrece como reacción a nuestras acciones. Dicho esto, UPyD es un partido que tiene una experiencia de años, que ha demostrado con hechos –no con promesas- su lucha contra la corrupción y por la transparencia. He escuchado a su candidato, Martín de la Herrán, y he observado casi siempre en sus respuestas a las cuestiones planteadas por los ciudadanos y periodistas una coherencia con sus acciones, así como una formación y un conocimiento muy por encima de los otros candidatos. Además, es el único candidato que plantea sin tapujos eliminar la Administración paralela de la Junta.
Obviamente, Martín de la Herrán no es UPyD, pero si el partido lo ha elegido como candidato, ya dice mucho de lo que hay detrás. Es una lástima que no se presente por Sevilla, que es mi circunscripción electoral. No obstante, siendo coherente con mis principios, y aún no estando al cien por ciento de acuerdo con el programa electoral que han propuesto, es en este momento el partido que más se acerca a lo que yo quiero para Andalucía, y el que realmente merece ser premiado por el esfuerzo realizado.
Y como siempre recalco, esta elección de ir a votar la he decidido a pesar del actual sistema político de oligarquía de partidos, que es deplorable. Sistema que, como ya he comentado en anteriores artículos, debería modificarse para que la democracia y la libertad política inunden nuestras instituciones.
Quedan tres días para las elecciones en Andalucía, y puede pasar de todo hasta entonces. Quizá mi decisión no ayude a “botar” a los actuales dirigentes PSOE-A de la Junta de Andalucía, que es una de mis prioridades en la lucha contra la corrupción. Es muy probable que el único voto útil para echar a los corruptos socialistas del Parlamento y del Gobierno andaluz sea, en estas elecciones, votar al PP. Sin embargo, no puedo premiar a un partido que no ha demostrado en 33 años de oposición lo que otros partidos, con muchos menos medios, han realizado en unos pocos años.
Y para finalizar, les dejo con un vaticinio: ante la incapacidad visible de nuestros políticos de gobernar mediante pactos entre distintos partidos, mucho me temo que la X Legislatura, la de la incógnita, tendrá muy escasa duración. El tiempo dirá si mi predicción fue o no acertada.
No se olviden: el día 22 de marzo tienen una cita con las urnas, y es mi cumpleaños…
fantástico, Luis, como siempre muy lúcido y con toda la neutralidad que puedes. A ti sí que habría que recompensarte, por el trabajo que haces al bucear en el fango de la administración!
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