Nací en la ciudad de Málaga a finales de los años sesenta. Soy Licenciado en Filología Inglesa y políglota, lo que me permite decir tonterías, y de forma fluida, en varios idiomas. Soy un hombre de querencias mediterráneas, ese mar antiguo y sabio que lo engloba todo. He vivido en países como Irlanda, Inglaterra, Italia, Dinamarca y he viajado incansablemente por todo el mundo.
Trabajé en la Administración Pública y, más concretamente en el Ayuntamiento de Marbella, donde fui testigo de la corrupción que empezaba a señorear por la perla de la Costa del Sol. Me establecí en Dublin como profesor de español y, aproveché mi tiempo para aprender gaélico irlandés, una de mis más extrañas querencias junto al arameo que, para no iniciados, era la lengua que hablaba Jesucristo. En Londres ejercí de guía turístico por las islas mientras escribía mi primer libro; "Andalucía fenómenos para anormales". Tras un breve paso por Suiza e Italia en busca de los arcanos de la cábala, probé suerte en Dinamarca, un país ejemplar en muchos aspectos. En el frío norte volví al mundo de la enseñanza de nuestra lengua común. Allí intercambié mis conocimientos de esgrima por los del mushing.
Volví a España a principios del presente siglo para continuar mi carrera como profesor. En todo este tiempo, he tenido algún ratito para crear una revista digital que se llamaba Región de Málaga, vender caldos malagueños y escribir varios libros entre los que destaco; "La Garduña sigue viva," y "Memorias de un Prepucio Colorado". El próximo año publicaré mi libro de poesía "Saoirse"y mi segunda novela. En la actualidad, ando liado en la producción de mi propia cerveza artesanal.
Mi árbol como bloguero me llevó a colaborar con varios medios digitales y, desde un principio, he intentando que los textos reflejaran mi visión del mundo y de la corrupción en la taifa del sur. En todo este tiempo he sentido la inmensa soledad que supone describir sobre un pueblo completamente desnortado por los acontecimientos. Por ello, no he podido dejar de pasar la oportunidad de unirme a un grupo de valientes en la lucha contra el latrocinio institucionalizado. Ciudadanos a los que, por una razón u otra, admiro profundamente.
No he venido a estas páginas a hacer amigos, sino a batirme con el enemigo. Les advierto que muevo mi pluma como mi toledana y no pararé, lo juro, hasta que el régimen caiga. Que no esperen los de la Junta de Andalucia que les olvide, y que no olviden que les espero.
Sergio Calle Llorens
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ResponderEliminarMuchas gracias amiga.
EliminarTe digo lo mismo que Lina Pérez. Y aprovecho para preguntarte ¿crees que el haber vivido en tantos lugares te ha hecho ver las cosas diferente a como lo hace aquí el pensamiento único de lo políticamente correcto y te ha hecho ser liberal o lo hubieras sido de todos modos?
EliminarDifícil pregunta óscar; Yo creo que sin haber vivido fuera, mi desarrollo intelectual hubiera sido más lento. En cualquier caso, tuve una nutrida biblioteca familiar pero, sobre todo, a gente que me enseñó con el ejemplo a respetar a todo aquel que pensara diferente. Soy, por tanto, el resultado de un paisaje junto a un mar sabio que lo engloba todo. En esa patria salada tuve a excelentes timoneles que me mostraron a dominar los vientos que me llevaron a otros puertos. Un saludo.
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